Este adorable pez tenía un problema y es que no se podía aguantar erguido hasta que alguien pensó que podía hacer algo para que pudiera nadar como los demás. Un trozo de tela y un poco de corcho para hacerle la vida un poco más fácil
Chris P. Bacon fue llevado a un veterinario para que lo sacrificaran porque no podía caminar pero el médico decidió que una silla de ruedas era la solución y no quitarle la vida
Este es Emerson y es un gato que ha tenido la suerte de tener una segunda oportunidad. Hace poco más de un año llegó a un refugio de mascotas con graves daños que le causaron lesiones en sus patas traseras pero le trataron con mucho mimo y amor y ahora vuelve a ser feliz.
A Daisy la abandonaron cuando tenía dos meses porque no podía mover sus patas delanteras pero tuvo la gran suerte de que un centro de animales la encontrara y le obsequiaron con una perfecta silla de ruedas rosa
El veterinario Carsten Plischke tuvo una idea genial que iba a permitir a esta tortuga poder caminar y es que sus extremidades eran demasiado cortas y débiles para poder hacerlo. Pero una silla de ruedas hecha con piezas de LEGO era lo que esta tortuga necesitaba
Frostie se ganó el corazón de muchos pero sobre todo el de sus cuidadores que, cuando se dieron cuenta de que no podía utilizar sus patas traseras, decidieron hacer lo posible para que pudiera caminar
Rosie es una gallina que gracias a este aparato puede caminar como cualquier otra. En esta imagen se puede ver cómo disfruta del aire libre con Cinqo, su gallo
Oreo es el conejo de un chico de 19 años, Robyn Koley, que vio como su mascota perdía la movilidad de sus patas traseras después de una infección. A través de las redes sociales recolectó 300 dólares y Oreo se puede seguir desplazando por donde él quiere gracias a una silla
Esta familia adora a su pato por lo que no dudaron ni un momento en construirle una especie de silla para que pudiera seguir campando a sus anchas aunque tuviera una malformación en las patas