Cyril Grueter, profesor asociado de la Escuela de Anatomía, Psicología y Biología Humana de la Universidad de Australia Occidental, lideró una investigación que analiza el comportamiento homosexual en las gorilas hembras salvajes. El estudio detalla actos de copulación por medio de frotamiento genital y fuertes vocalizaciones que bien podrían ser el equivalente primate de una conversación candente.
Aunque sea la primera vez que se evidencia, no se trata de un comportamiento aislado en la especie. Así lo explico el propio Grueter en un comunicado:
“Teniendo en cuenta que todas estas observaciones provienen de grupos salvajes, no de gorilas en cautiverio, es obvio que la actividad homosexual es parte del comportamiento natural de los gorilas.
Mi impresión es que estas hembras obtienen placer de la interacción sexual con otras hembras.”
La afirmación contrasta con otras teorías que afirman que el comportamiento homosexual en primates está relacionado con una forma agresiva de dominio o control social.
Grueter también señaló a este comportamiento como resultado de un “efecto pornográfico“, pues en algunos casos las hembras buscaban a otras gorilas después de ver un acto sexual entre un macho y otra hembra. Así que su homosexualidad sería una alternativa para calmar su excitación.
Otra hipótesis que no fue verificada señala que las hembras atraían a otras gorilas para disminuir su motivación de tener sexo con los machos y así asegurar su propio éxito reproductivo.