Algo insólito presenciaron un grupo de científicos en el sur de Brasil. Mientras estudiaban a los arácnidos en su hábitat natural se encontraron con una escalofriante escena: una tarántula devorando a una serpiente de 39 centímetros.
«Lo que realmente nos sorprendió fue que un animal así haya podido cazar a una serpiente tan larga, mucho mayor a su propio tamaño», declaró Leandro Malta Borges, biólogo de la Universidad Federal de Santa María, Brasil.
Esta tarántula posee colmillos de unos 2 centímetros de longitud y le arroja veneno a sus víctimas, pero lo que no se sabía hasta ahora es que este tóxico puede matar serpientes.
Estas tarántulas son conocidas como Grammostola quirogai y se creía que habitaban únicamente en Uruguay.
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