José y Liso, dos leones que fueron rescatados de un circo peruano en el que eran maltratados, no tuvieron mejor suerte en su nuevo hogar, una reserva felina de Sudáfrica, donde han muerto de una forma brutal, informa la cadena británica BBC.
La organización Animal Defenders International, que el año pasado ayudó a trasladar a parques naturales africanos a 33 grandes felinos, entre ellos José y Liso, informó que a los animales les habían cortado la cabeza, el rabo y las garras y que habían sido desollados, lo que hace pensar que fueron matados con fines rituales por brujos locales.
El delito está siendo investigado por la Policía sudafricana y por unidades contra la caza furtiva.
José y Liso, junto con otros 33 felinos del grupo, fueron llevados el mayo de 2016 a Emoya, un santuario de grandes felinos de 5.000 hectáreas situado en el norte de Sudáfrica.
«Esto es más que otro incidente de caza furtiva», dijo Minunette Heuser, que dirige el santuario junto con su hija Savvanah Heuser, citada por ‘The Telegraph’. Heuser ha explicado que los curanderos con frecuencia utilizan garras de león para sus rituales.
Hace un año, Animal Defenders International encontró a José y Liso en un circo de Lima. Los animales eran mantenidos en pequeñas y sucias jaulas y recibían golpes constantemente. Con la ayuda de las autoridades se pudo liberar a ambos felinos y transportarlos a Emoya.