Los cazadores franceses han reaccionado con enojo a las sugerencias de que se les impida beber mientras disparan para reducir las muertes y lesiones accidentales.
La propuesta haría que quienes participen en cacerías estén sujetos a las mismas reglas sobre los límites de alcohol en sangre y las sanciones posteriores que los automovilistas. Es una de las 30 recomendaciones hechas por la cámara alta del parlamento de Francia, el Senado, para abordar los problemas relacionados con la seguridad de la caza y la amenaza para los miembros del público.
El poderoso cabildeo de la caza de Francia, que cuenta con el apoyo del presidente Emmanuel Macron, rechazó la propuesta y dijo que sus miembros están siendo “estigmatizados” y caricaturizados. Dice que el 91% de las pruebas de alcoholemia después de incidentes de caza son negativas.
La propuesta del Senado fue impulsada por una petición que pedía reglas de caza más estrictas después de que un cazador matara accidentalmente al británico Morgan Keane en diciembre de 2020. El joven de 25 años estaba cortando leña en su jardín en ese momento. El cazador, acusado de homicidio involuntario, dijo que había confundido a Keane con un jabalí.
Un comité de varios partidos se reunió más de 100 veces y salió a cazar durante su investigación para examinar una serie de cuestiones de seguridad, incluida la validación de los permisos de caza, las condiciones para obtener un arma, el uso compartido del espacio al aire libre y la castigo por infringir las normas.
La Federación Nacional de Cazadores (FNC), que representa a 800.000 cazadores con licencia, desestimó el informe del Senado como una «milhojas de restricciones que no son apropiadas ni realistas».
“La FNC denuncia un catálogo de medidas totalmente en contra de la práctica de la caza popular, con medidas francamente inútiles porque ya han sido implementadas por las federaciones de cazadores”, escribió. Dijo que las propuestas eran “una serie de medidas demagógicas y deliberadamente contra la caza dirigidas a la opinión pública”.
La ley prohíbe a los cazadores disparar un arma a menos de 150 metros de una casa o camino. Sin embargo, los accidentes de caza en los que las víctimas eran miembros del público han involucrado a automovilistas, paseadores y sus mascotas. Las balas también terminaron en los hogares de las personas, incluida la habitación de un niño en un caso.
En 2018, un cazador de 24 años mató a Marc Sutton, un restaurador galés de 34 años que vivía en Haute-Savoie, que estaba en su bicicleta de montaña. El cazador fue condenado a cuatro años de prisión, con tres de ellos suspendidos. Posteriormente, un parlamentario a favor de la caza que apoya a Macron sugirió prohibir el ciclismo todoterreno durante la temporada de caza.
En 2017, una mujer de 69 años murió cuando un cazador disparó contra el seto de su jardín alegando que había visto un ciervo. Le dieron una sentencia suspendida de 12 meses. Y en febrero de este año, una mujer de 25 años murió por una bala perdida mientras caminaba con un amigo por un sendero señalizado en la región de Cantal, densamente boscosa.
Las cifras del gobierno muestran que la cantidad de accidentes de caza disminuyó durante la temporada de caza 2020-21 cuando hubo 80, siete de ellos fatales, en comparación con los 141 de la temporada anterior con 11 muertes. Desde el inicio de la temporada ha habido 42 accidentes incluyendo tres muertes. La mayoría de las víctimas son cazadores.
Oficialmente, el 9% de las muertes y accidentes graves relacionados con la caza están relacionados con el alcohol o las drogas. Pero los críticos dicen que no se ha realizado ningún estudio de accidentes menores y que la cifra es ciertamente mayor, ya que las pruebas no se realizan durante las cacerías sino después, principalmente cuando la policía detiene a los cazadores que conducen a casa.
El presidente de la FNC, Willy Schraen, dijo que las federaciones de caza locales eran capaces de vigilar a sus propios miembros. “¿Qué derecho tienes para meterte con los cazadores; un tipo borracho en bicicleta también es peligroso”, dijo a los periodistas franceses.
“Estamos un poco dolidos por la forma en que se presentan las cosas… lo que implica que los cazadores son todos alcohólicos empedernidos”, agregó. “Es brutal y estigmatizante”.
La FNC cuenta con un fuerte apoyo de Macron, quien redujo a la mitad las tarifas de las licencias de cazadores y los aclamó como herederos de las tradiciones campesinas de Francia que son parte de la identidad nacional.
En su informe, los senadores rechazaron las solicitudes públicas de prohibir la caza los fines de semana o durante las vacaciones escolares cuando la gente sale a caminar. Sin embargo. sus autores dijeron que no era normal que no se prohibiera el alcohol durante la caza y que su objetivo era encontrar un equilibrio para evitar futuros accidentes. “Incluso una víctima es una víctima de más”, dijeron.
El informe será debatido y se elaborará un proyecto de ley para su presentación al parlamento.
Fuente: The Guardian
Hazte socio 👍
Con tu donación aportas a la sostenibilidad económica y existencia de este medio.
Elige cómo quieres aportar a la existencia y financiamiento colectivo de este medio!
Reveniu 
