Un hombre que se dedicaba a comer lo que cazaba, falleció de una extraña enfermedad luego de ingerir cerebros de ardillas.
El suceso se registró en 2015 cuando un hombre de 61 años ingresó un hospital en Nueva York, Estados Unidos, con la disminución en su capacidad de pensamiento, pérdida de caminar y del contacto con la realidad.
Luego de realizarle una resonancia magnética hallaron que el aspecto de su cerebro era similar al de las personas con la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, relacionado con el consumo de proteínas infecciosas denominadas priones, o más comúnmente conocida como la enfermedad de las vacas locas.
El caso del paciente era distinto ya que según sus hábitos alimenticios excéntricos, como consumir cerebros de ardillas, pudo aumentar el riesgo de la enfermedad.
La enfermedad de Creutzfeldt-Jakob es un trastorno neurológico progresivo que afecta a aproximadamente 1 de cada millón de personas cada año en todo el mundo. Se trata de una “enfermedad debilitante” que progresa rápidamente y generalmente resulta en la muerte dentro de un año del diagnóstico. No hay tratamiento ni cura.
En junio, un joven contrajo peste bubónica, primer caso en 20 años que se registra en Estados Unidos. El muchacho quien se recuperó está sometido a rigurosos exámenes médicos, sin embargo el distrito de salud de la ciudad donde reside el joven informó que se descubrió una plaga de ardillas, por lo que su enfermedad pudiese estar relacionada con los roedores.
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