Siempre defendemos, y defenderemos, el derecho a que los animales vivan en su hábitat natural, además de ser protegidos de cazadores furtivos y del tráfico ilegal. En todos y cada uno de los países deben existir leyes que protejan a los animales y personal que se encargue de que esto se cumpla, porque no se trata de un privilegio, sino de un derecho fundamental.
Hace unas semanas, los funcionarios de la frontera de Laos detuvieron a un hombre porque les resultó sospechoso. Llevaba consigo decenas de cajas rojas con una mercancía incierta, las cuales pretendía sacar del país. Cuando los funcionarios abrieron las cajas se encontraron con algo sorprendente y realmente triste.
En el interior había 81 pangolines, un acorazado y un oso hormiguero. Todos y cada uno de los animales había sido enrollados cruelmente, y metidos en una bolsa azul, que a su vez iba dentro de una caja de plástico. Los animales presentaban síntomas de desnutrición y deshidratación, así que posiblemente llevaran días sin beber ni comer.
Según ha argumentado una de las asociaciones de animales que se ha encargado de difundir el caso – Fundación Wildlife Friends de Tailandia – “muchos de de los pangolines los hallamos muy débiles, después de haber estado en una situación precaria posiblemente durante varios días, o incluso semanas.”
Se cree que los animales, que estaban aterrados, posiblemente iban a ser trasladados al este de Asia, donde hay mucha demanda de carne de pangolín.
“Se cree que el contrabando de estos animales se originó en Sumatra, en Indonesia, e iban a parar en China, donde estos animales salvajes y en peligro de extinción son demandados por su carne, mientras que sus escamas se utilizan como medicina tradicional en China.” Aseguran desde el Centro de Rescate Laos Wildlife.
Debido a la gran demanda que tienen en algunos países, los pangolines se encuentran en peligro crítico, y a menudo son víctimas de este tipo de tráfico ilegal, llegando a considerarse los animales con los que más se contrabandea del mundo. De hecho, los pangolines sonda, la especie que se ha rescatado en la frontera, ha perdido el 80% de su población en tan sólo dos décadas.
Por suerte, en este caso los animales pudieron ser rescatados, y tanto la asociación de Tailandia como el Centro de Rescate Wildlife de Laos acudieron al lugar para ayudar a los animales a sobrevivir, proporcionándoles atención médica.
Comenzaron a liberar a los pangolines de las bolsas, tenían que hacerlo de manera suave, porque después de tanto tiempo, los animales eran incapaces de estirar las piernas. “La mayoría de los pangolines están en mal estado; deshidratados, hambrientos, estresados y muy débiles de salud.”
Cuando fueron liberados y conscientes de ello, los animales se estiraban, como si explorasen de nuevo el aire. Estaban felices de haber sido liberados.
Los pangolines son animales tranquilos y nocturnos, son muy difíciles de cuidar en cautiverio, por lo que la mayoría no sobrevive cuando se trafica con ellos.
Para que el trámite médico fuera lo menos agresivo posible para los animales, los expertos decidieron encontrar colonias de hormigas en el bosque, para que los pangolines pudieran alimentarse en su hábitat natural.
Las fotos muestran como los animales recuperaron rápidamente su instinto animal y consiguieron alimentarse bien.
Y si querían, tenían hasta una piscina para poder refrescarse.
Y estupendas ramas para dormir…
Aunque en general los pangolines son animales solitarios, en esta ocasión no les importaba compartir su espacio con otros amigos.
Las dos asociaciones que se hicieron cargo, WFFT y LWRC, ayudaron en la recuperación de los animales, poniéndolos en libertad en pocas semanas.
Sin embargo, por desgracia, no todos consiguieron sobrevivir, 17 pangolines, los que más débiles estaban, fallecieron.
Los animales fueron trasladados a varias áreas de un parque nacional que no ha sido revelado. Tuvieron que desplazarse acompañados por la policía, ya que temían ser asaltados para volver a traficar con ellos.
Poco a poco fueron liberados, y los pangolines se instalaron en su nuevo hogar.
Liberar a los animales fue una experiencia muy gratificante, aseguran los equipos. Aunque debemos trabajar para que situaciones como esta dejen de suceder.
El hombre que fue detenido con todas estas cajas se encuentra actualmente bajo custodia a espera de juicio. Desde La Nube de Algodón apoyamos el trabajo tanto de WFFT como de LWRC, y esperamos que el traficante tenga una pena acorde con la atrocidad de sus hechos.