El COVID-19 vive una segunda oleada en Europa y muchos países volvieron a restringir las libertades y decretar cuarentenas. Mientras eso ocurre, en Dinamarca se descubrió una nueva cepa del SARS-CoV-2 y el Gobierno ordenó el sacrificio de al menos 17 millones de animales, para así prevenir una nueva epidemia.
La nueva cepa mutada se encontró una población de visones y en personas que habitan regiones al norte del país. Por ello, este miércoles se anunció el sacrificio de todos los visones en el país nórdico. El objetivo de la medida es prevenir el contagio humano, informó la agencia Reuters.
Adicionalmente, algunas regiones enfrentarán nuevas y más estrictas medidas de confinamiento. De acuerdo con las autoridades, este nuevo coronavirus mutado podría ser más resistente contra futuras vacunas.
Al respecto, el Statens Serum Institut (SSI), autoridad que se ocupa de las enfermedades infecciosas, estudiaron el caso. Afirmaron que las pruebas de laboratorio hechas en los animales arrojaron indicios reveladores. El principal fue que la nueva cepa tenía mutaciones en su llamada proteína de pico, una parte del virus que invade e infecta células sanas.
Entonces, el descubrimiento plantea un riesgo para futuras vacunas contra el COVID-19, cuya base es la desactivación de esa proteína. “Existe el riesgo de que las vacunas dirigidas a la proteína de pico no brinden una protección óptima contra el nuevo virus que ocurre en el visón”, señaló un comunicado citado por Reuters.
Cuánto costaría el sacrificio de los animales
En términos económicos, el sacrificio de los 17 millones de visones podría costarle al Estado danés más de 800 millones de dólares. Ante esos números, algunos legisladores desconfían de la decisión y exigen conocer las evidencias científicas.
En Dinamarca, los brotes de virus en criaderos han persistido. Se trata del mayor productor mundial de pieles del mustélido, pese a los esfuerzos desde junio de sacrificar animales infectados.