El cambio climático está alterando el comportamiento del planeta y muchas especies animales marcan nuevas tendencias. Por ejemplo, cada vez son más las aves que optan por permanecer en sus territorios, a riesgo de no sobrevivir.
Las cigüeñas, con más frecuencia, se pueden ver desfilando por paisajes nevados de Polonia y Alemania, porque el cambio climático ha suavizado las temperaturas haciendo aguantable su estancia por la proliferación de insectos para comer.
En este sentido, la observación de los patrones de migración de las aves aporta una buena información sobre los efectos del cambio climático sobre los ecosistemas y sobre el comportamiento de muchas especies.
Por el calentamiento global, los óptimos térmicos de muchas especies se encuentran cada vez más al norte o a mayor altitud, y se ha constatado que las áreas de distribución de algunas aves se encuentran cada vez más al norte y muchas de ellas colonizan en donde antes no habitaban, siempre que las condiciones climáticas estén disponibles y las hagan sentir cómodas.
Investigadores españoles, que participaron en un estudio enmarcado dentro del proyecto Montes Consolider, pusieron de manifiesto que, entre 1990 y 2008 la temperatura media europea se movió hacia el norte 249 kilómetros. Entonces, para mantenerse en condiciones climáticas parecidas, las especies debieron moverse los mismos kilómetros, en el mismo periodo de tiempo. Sin embargo, se movieron hacia el norte sólo 37 kilómetros.
Por esta razón, los investigadores alertan que las aves no están siguiendo la ruta tradicional del cambio climático a una velocidad suficiente y, al contrario, se está acumulando un desfase que los científicos denominan «deuda climática».
En septiembre próximo se espera que el III Congreso Internacional de Migración de Aves y Cambio Global, a celebrarse en Cádiz, España, ponga sobre la mesa varios estudios que permitan constatar cambios en el comportamiento de las aves a su paso por El Estrecho de Gibraltar, lugar por donde se produce la unión natural de dos masas de agua: el mar Mediterráneo y el océano Atlántico; y la separación de dos continentes, Europa y África. Todo ello debido al cambio climático.