Veterinarios de la organización internacional de protección de animales Four Paws examinaron este viernes al elefante Kaavan en el zoológico Maragzar de Islamabad, Pakistán.
Finalmente, autorizaron que el animal sea trasladado a una reserva natural, luego de una campaña internacional que había logrado la decisión judicial para su liberación, informó RT, citando a la agencia AP.
Kaavan, nombrado como ‘el elefante más triste del mundo‘, será probablemente trasladado a una reserva en Camboya después de pasar más de 35 años encerrado en Islamabad.
Anteriormente, los activistas informaron sobre las condiciones precarias de su estancia en el zoológico, que afectaban su salud. La campaña para su liberación, iniciada en 2016, recibió el apoyo de miles de personas en todo el mundo.
Los estudios médicos mostraron que el elefante tiene sobrepeso, aunque también hay señales de malnutrición. Sus uñas están rotas, posiblemente por años de vivir en un recinto con un suelo que dañó sus pies.
El portavoz de la organización animalista, Martin Bauer, cuenta que la recuperación de Kaavan tomará mucho tiempo, y añadió que el animal también sufre de problemas mentales. En 2012 falleció su pareja, por lo que enfrenta la soledad. En el nuevo lugar, Kaavan disfrutará de la compañía de otros paquidermos y será observado por especialistas.
«Después de los controles, que confirmaron que Kaavan es lo suficientemente fuerte, ahora se tomarán medidas para finalizar su reubicación en un santuario de animales potencialmente en Camboya», dijo Martin Bauer.
En mayo de este año, la Corte Suprema de Pakistán ordenó el cierre del zoológico Maragzar debido a la sistemática negligencia de los encargados del mismo. El Consejo para la Vida Salvaje de Islamabad pidió la ayuda de Four Paws para trasladar a los animales que quedan en el parque.
Desafortunadamente, el rescate llegó demasiado tarde para dos leones que murieron durante un intento de traslado a fines de julio después de que los cuidadores de animales locales prendieran fuego en su recinto para obligarlos a entrar en sus cajas de transporte.
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