Siempre he dicho que los gatos, si nos dispusiéramos a compararlos con los humanos, estarían en ese grupo de chicos ‘populares’ que rechazan a todo el mundo y los miran de la peor manera. Pero entonces estaría generalizando porque, vamos, no todos los gatos caben en ese estereotipo. Otros suelen ser muy dulces o simplemente flojos, sin ganas de siquiera enojarse con el mundo, y luego están las mamás gatunas, aquellas que protegen a sus bebés como si las vida se les fuera en ello y aquí hay varios ejemplos de ellas.
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Vía: http://vipovi.com