En Argentina: Aprueban proyecto que prohíbe mutilar animales por estética

Los dueños que les realicen este tipo de intervenciones serán multados económicamente con 2 a 5 salarios mínimos y los veterinarios que las ejecuten quedarán inhabilitados de 3 a 6 meses

Nelytza Lara

27/11/2018 12:51pm

A favor de los animales y su protección, la Cámara de Diputados de Argentina aprobó un proyecto que prohíbe la mutilación con fines estéticos.

Los dueños de los animales que les realicen este tipo de intervenciones serán multados económicamente con 2 a 5 salarios mínimos y los veterinarios que las ejecuten quedarán inhabilitados de 3 a 6 meses, y en los casos de reincidencias las sanciones de duplicarán.

Las cirugías incluyen la amputación de cola, recorte de orejas, cuerdas vocales y extirpación de uñas y dientes. De acuerdo a fuentes legislativas, el proyecto presentado por la diputada María Laura Ricchini, se votó favorablemente y se buscará convertirse en ley.

¿Es la mutilación estética?

Los dueños de mascotas se han acostumbrado a que se les corte las orejas o el rabo por estética a sus perros, o que a los gatos se les quite las uñas para evitar dañe los muebles o algún mobiliario de la casa.

La otectomía o corte de orejas y la caudectomía o corte de la cola son dos procedimientos quirúgicos que suponen la mutilación de perros pertenecientes a determinadas razas con el único propósito de satisfacer los caprichos estéticos de los humanos con los que conviven.

Los animales son sometidos a este tipo de prácticas con pocos meses de edad, habiendo de afrontar los riesgos de una operación con anestesia general y padeciendo después un largo, incómodo y doloroso periodo postoperatorio.

Las mutilaciones estéticas constituyen una prueba elocuente de la cosificación que sufren los animales y de su consideración como objetos de propiedad de los que el humano puede disponer a su antojo.

La desungulación es el nombre que recibe el atroz procedimiento quirúrgico mediante el cual se eliminan las uñas del gato por amputación de la última falange de los dedos de la que forman parte. Esta agresiva cirugía supone, pues, una terrible mutilación que implica la eliminación de hueso, ligamentos y tendones al seccionar las puntas de los diez dedos del animal.

Tras la intervención, al gato le aguarda un proceso postoperatorio altamente doloroso y no exento de graves complicaciones como daño al nervio radial, hemorragia, huesos astillados que impiden la curación, procesos infecciosos y abscesos. Para el abordaje de algunos de estos problemas llega incluso a requerirse una segunda cirugía.

Cada animal cuenta con su propia conformación anatómica y fisiológica concebida para dar respuesta a las necesidades biológicas de su especie. Todo individuo tiene derecho a desarrollarse plenamente y a vivir su vida de acuerdo con dichas necesidades, explica el portal El Hogar de animales.

El humano debe respetar la naturaleza de cada animal. Someterlos a caprichos crueles es un acto injusto para satisfacer la convivencia.