Muchos hemos escuchado hablar acerca de las corridas de toros, de cómo estas son consideradas un deporte, una ‘tradición’, ¡inclusive arte! Y sin lugar a dudas, es un tema que no se puede dejar de discutir en cuanto se menciona. Si no conoces muy bien de qué va esto, en resumen se trata de utilizar al gigantesco toro para entretener a los intentos de seres humanos que presencian el supuesto espectáculo. A este lo hacen correr de un lado a otro, provocándolo para finalmente atravesarlo con espadas hasta que el pobre animalito se desvanece a causa del cansancio y el evidente dolor.
Un acto bastante popular en España y algunos países de América del Sur, desgraciadamente, que pese a que muchos se oponen abiertamente a estas prácticas, continúa siendo casi imposible erradicarlas, o por lo menos, lo seguirá siendo mientras no se tomen medidas como la que tomó esta valiente mujer.
Ella es Virginia Ruiz de 38 años de edad, una activista por los derechos de los animales, que a mitad de este dichoso espectáculo en Málaga, España, tomó la decisión de introducirse en la arena, cruzarla pese a los múltiples insultos del público, y acercarse al toro que en ese instante estaba más que derrotado, todo ello con la única intención de abrazarlo y protegerlo con su mismísimo cuerpo de la última estocada dirigida a su corazón.
“Lo escuché gemir de dolor y vi su soledad, lo que me hizo saltar a abrazarlo. Él me miró y creo que sintió mi energía. Yo quería darle amor antes de que dejase este mundo” declaró ella respecto a su valiente acto.
Como era de esperar en un lugar donde van a presenciar aquellos violentos actos, al público y a los funcionarios del sitio no es agradó en lo absoluto las acciones de Virginia y después de que ella lograse mimar al toro por breves segundos, los mismos funcionarios la sacaron violentamente de la arena, esto después de haber insultado un sinfín de veces, diciéndole que volviese a la cocina e incluso peor, de que fuese escupida y pateada por los espectadores descerebrados.
No obstante, no es la primera vez que Virginia hace este tipo de protestas y es por ello mismo, por su constancia y valentía que PETA, la organización de derechos de los animales más grande del mundo, decidió otorgarle un premio.
Si deseas saber las razones por las cuales esta mujer tomó cartas en el asunto y actuó de esa manera, aquí un vídeo con sus declaraciones.
Vía: http://vipovi.com