Paleontólogos rusos y alemanes han hallado los fósiles de una nueva especie de las primeras salamandras de la Tierra en la provincia rusa de Krasnoyarsk (Siberia) donde se encuentran rocas que se formaron hace más de 166 millones de años —a mediados del período Jurásico—, informa la revista PLOS ONE.
Los científicos encontraron los restos en la cantera de Berezovsky, un yacimiento en el que se encontraron previamente huesos de peces, mamíferos primitivos o dinosaurios. Los científicos nombraron al fósil ‘Egoria malashichevi’, en honor a su colega Yegor Malashichev, profesor de zoología de vertebrados en la Universidad Estatal de San Petersburgo, que murió en 2018.
El estudio de cuatro vértebras de uno de los primeros anfibios de la Tierra han permitido a los científicos clasificar el hallazgo como una nueva especie.
Pavel Skuchas, uno de los autores del estudios, estima que el descubrimiento de los restos de la salamandra es interesante porque ya se habían encontrado restos de otras dos especies de estos anfibios muy diferentes a ‘Egoria malashichevi’.
Una de ellas, ‘Urupia monstrosa’, tenía un tamaño de aproximadamente 50-60 centímetros. La otra, ‘Kiyatriton krasnolutskii’, por el contrario, es de tamaño bastante pequeño, de unos 10-15 centímetros y sus dientes se parecen más a los de las salamandras modernas. La nueva especie hallada, a juzgar por el tamaño de las vértebras, era de longitud media, unos 20 centímetros, según la página web de la Universidad de San Petersburgo.
La existencia de tres especies de salamandras en la misma localidad a la vez, según el paleontólogo, sugiere que estos antiguos animales ocupaban diferentes nichos ecológicos. Los investigadores creen que las salamandras primitivas habitaban grandes superficies de agua, mientras que los ‘parientes’ de los anfibios modernos: pequeños ríos y lagos.
Con información de RT
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