Los arqueólogos han descrito un entierro único de la cultura moche descubierto en el sitio histórico de Pampa la Cruz, en Perú, bajo una plataforma ritual junto a las pirámides del Sol y la Luna. Esconden restos de ballenas y tiburones.
El descubrimiento fue realizado por un equipo dirigido por Gabriel Prieto, de la Universidad de Florida (EEUU). Los arqueólogos han examinado el sitio antiguo en el río Moche, ubicado a unos 10 kilómetros de la costa norte del Perú. La cultura moche floreció allí sin dejar evidencia escrita de sí misma entre el año 150 y 700 d.C.
Sin embargo, los moches dejaron muchas estructuras, entre ellas, pirámides de 15 escalones. Se erigieron a partir de bloques de arcilla seca y en ellas fueron numerosos los entierros pertenecientes a nobles y sacerdotes.
En el verano de 2019, el equipo de Prieto descubrió una plataforma de piedra en un acantilado que domina la costa del Pacífico. Las plataformas como estas en la cultura moche sirvieron para realizar ceremonias religiosas. Las excavaciones mostraron que la altura de esta plataforma en particular era de unos dos metros. Estaba adornada con la imagen de tres guerreros con dos cautivos desnudos. Fue aquí donde los arqueólogos descubrieron rastros de un ritual único, subrayan los autores del estudio, publicado en el último número de la revista Archeology.
Bajo la plataforma, el equipo de Prieto descubrió los restos de más de una docena de criaturas de aguas profundas, incluidos nueve tiburones y dos atunes. El análisis de los huesos y hoyos en los que se encontraron mostró que se trataba de entierros.
Dos tumbas contenían los restos de cachalotes enanos de la especie Kogia. Este es uno de los miembros más cautelosos y raros de cetáceos dentados. Sus cuerpos estaban orientados como si estuvieran nadando hacia el corazón del país uno tras otro.
«Nos sorprendió mucho. Puede haber entierros de criaturas marinas en otras partes de América del Sur, pero todavía no los hemos encontrado. Probablemente todos estos animales fueron enterrados deliberadamente por personas de Pampa la Cruz», explica Prieto.
El único descubrimiento comparable se realizó a más de 3.000 kilómetros al norte, en México. Allí se ubica el sitio arqueológico del Templo Mayor. Los aztecas lo usaban con fines rituales. Durante las excavaciones se descubrieron lugares de enterramiento de habitantes marinos.
«Los aztecas fueron posteriores a la cultura moche. Pero ambos ejemplos reflejan la práctica generalizada de los nativos americanos de ver en los animales marinos criaturas importantes y poderosas», dice el arqueólogo de la Universidad de Harvard Jeffrey Quilter.
Según Quilter, es posible que los pueblos antiguos creyesen que las grandes criaturas marinas eran los gobernantes del inframundo, lugar que a menudo imaginaban como un reino acuático.
El hallazgo en Pampa la Cruz es especialmente interesante porque todas las criaturas encontradas allí son habitantes del océano. La cultura moche debió de realizar grandes esfuerzos para primero hacerse con los cuerpos de las ballenas y de los tiburones, y luego, llevarlos hasta sus pirámides.
Fuente: Sputnik
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