Es probable que hayas visto el video de un loris perezoso sosteniendo una sombrilla (tiene casi 7 millones de visitas en Youtube) o el de un loris pigmeo que levanta los brazos cuando le hacen cosquillas (también con 6 millones de visitas).
Se trata de unos animales pequeños, pacíficos, adorables, esponjosos y de enormes ojos brillantes que cualquiera soñaría con tener de mascota. Pareciera que son perfectos para los niños, unos verdaderos peluches ambulantes que están dispuestos a recibir abrazos eternamente, pero la verdad es muy distinta. Ellos no deberían poner ni un pie fuera de los bosques de Sri Lanka de donde son originarios, y la razón, la podrás conocer en el triste video que compartimos a continuación: