Todos hemos presenciado uno o más eventos traumáticos en nuestra vida y eso nos ha marcado en algún aspecto. Lo mismo ocurre en el reino animal, ya que hay seres vivos que han tenido que ser testigos de cosas atroces que dejan cicatrices a nivel emocional, que toman cierto tiempo para sanar.
Para poner un ejemplo de esto, tenemos el caso de Bud, un Loro Gris Africano, que desafortunadamente, tuvo que ver cómo asesinaban a su propio dueño. Pero si hay algo my importante a señalar, es que el ave siempre repite tres palabras: “Don’t fucking shoot” (¡No dispares!).
El trágico incidente ocurrió hace ya un año y los padres del dueño, conocido como Martin Duram, de Michigan, Estados Unidos, han pedido a la policía que se usen las grabaciones para investigar el caso. Esto debido a que el día del asesinato, la esposa de la víctima, Genna, también fue hallada con un tiro en la cabeza, pero aún con vida.
La mujer es un potencial sospechoso, ya que no se ha encontrado evidencia del perpetrador y algunas especulaciones dicen que podría haber sido un atentado de homicidio y suicidio.
Por otro lado, Genna Duram -quien ya se ha recuperado de la herida de bala- niega totalmente a estar vinculada con la muerte de su esposo.
No hay duda de que este es un caso bastante interesante, dentro de toda la tragedia ocurrida. Sólo queda preguntarnos si alguna vez, Bud podrá librarse de esas tres palabras que hasta la fecha, no ha dejado de repetir.
Vía: Sopitas