Jenna Driscoll, una australiana de 26 años, se declaró culpable del delito de “bestialidad” después de que la policía encontrara varios videos en su teléfono celular donde la joven mantiene sexo con un perro pitbull, según un artículo publicado en el diario británico Daily Mail.
En el 2014, Driscoll era investigada por tráfico de marihuana. En una ocasión, Driscoll intentó vender 113 gramos de marihuana por 1.150 dólares y en otra oportunidad fueron 85 gramos en 900 dólares.
Durante la recopilación de pruebas, los investigadores descubrieron evidencia sobre la comercialización de la droga y tres vídeos grabados por ella misma en la que mantenía relaciones sexuales con su perro.