El puma, uno de los cuatro felinos más grandes del mundo, no tiene un depredador natural. Sin embargo, en las idílicas áreas boscosas de Yellowstone un microbio mortífero amenaza a estos animales: la bacteria ‘Yersinia pestis’ está matando a los leones de montaña del parque nacional más antiguo del mundo.
La bacteria es la misma causante de la infame peste negra de la Edad Media, la pandemia más grande de la historia. Entre 1347 y 1353, el brote de peste bubónica mató a más de 50 millones de personas en Europa y Asia. Casi siete siglos después, la peste no ha desaparecido, y se estima que han muerto más de 200 millones de personas.
Sin embargo, al ser una enfermedad que también afecta a animales, los datos de mortalidad asociados a la peste podrían ser mucho más impresionantes de lo que pensamos. En este sentido, un equipo de científicos descubrió que la peste también está matando los pumas que habitan el área de Yellowstone, comprendida entre los estados de Wyoming, Idaho y Montana, en el noroeste de EE. UU.
Durante los nueves años de investigación, el equipo comandado por Mark Elbroch encontró anticuerpos de Yersinia pestis en ocho de los 17 pumas analizados. Además, en ese lapso realizaron autopsias de 11 pumas, y en cuatro de ellos encontraron específicamente la bacteria.
Según los resultados publicados en Enviromental Conservation de la Universidad de Cambridge, la mortalidad a causa de la peste en los pumas es alta, y la bacteria causante tiene una presencia mucho mayor de la que suponían en la región de Yellowstone.
Asimismo, los investigadores concluyen que los pumas pueden ser útiles como alarma del «riesgo potencial de exposición de los humanos a la peste» en la región.
Dado que en EE. UU. se cazan de forma legal unos 3.000 pumas al año, podría hacerse un mayor control de la presencia de la peste, ya que los cazadores deben presentar sus presas ante las autoridades. De todas maneras, aún no se hace de forma organizada un test para detectar la peste, que podría ser clave para los científicos.
En declaraciones difundidas por LiveScience, los investigadores señalaron que: «No estamos reclamando por un aumento de la caza de pumas o que es motivo suficiente para cazar pumas (…) Solo estamos señalando que donde son cazados podría dar datos útiles para mejorar la seguridad humana».
La peste es una enfermedad infecciosa muy grave: su tasa de letalidad es del 30 al 100 % si quien la padece no recibe tratamiento, según informa la Organización Mundial de la Salud (OMS). Si en cambio es detectada de manera temprana, el tratamiento con antibióticos suele ser eficaz.
En seres humanos, la picadura de pulgas infectadas es la vía de contagio más frecuente, que causa la forma más común de la enfermedad: la peste bubónica. Si la bacteria llega a los pulmones, se produce la peste neumónica, más grave y mucho más contagiosa entre personas, al entrar en contacto con las gotículas respiratorias de pacientes infectados.
Otra forma de transmisión es a través del contacto directo con líquidos corporales infectados o superficies contaminadas.
En el último informe de la ONU (2019) se reporta que en 2018 hubo 243 casos de peste, con 41 muertes. La mayoría ocurrieron en África —República Democrática del Congo (133 casos; 5 muertos), Madagascar (104; 34)—, los restantes 6 casos ocurrieron en la región de las Américas: Bolivia (1; 1); EE. UU. (1; 0), y Perú (4; 1).
Fuente: Sputnik
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