Todos tenemos terror o asco a las cucarachas y lo normal es verlas y escabullirse por cualquier rendija cuando están vivas, pero hay varias razones por las que siempre las encontramos patas arriba cuando mueren.
La fisonomía de la cucaracha es muy particular. Tiene un cuerpo curvo y un centro de gravedad muy alto. Esta situación la convierten en un animal vulnerable cuando queda boca arriba ya que la curvatura de su caparazón le impide darse la vuelta.
En la naturaleza, con la irregularidad del terreno y ramitas, las cucarachas pueden fácilmente volver a su posición habitual. Sin embargo en los hogares de las personas, con pisos lisos es muy difícil que retomen su posición para escapar luego de una caída de una pared o del techo.
Pero la razón por la que siempre la vemos muertas boca arriba es por la intoxicación debido a envenenamiento.
Los insecticidas que contienen una sustancia inhibidora de la colinesterasa, que se encarga de descomponer un neurotransmisor llamado acetilcolina, que provoca efectos devastadores en el insecto, como espasmos musculares en el abdomen que impiden que mueva las patas.
Debido a esta imposibilidad de movimiento por envenenamiento y de darse la vuelta para huir, las conseguimos muertas patas arriba.
Sin embargo siempre es mejor cerciorarse que realmente están muertas, porque puede ser que esté en reposo, porque se pudo haber caído de algún lugar y solo está esperando ayuda, o simplemente descansando. Si se mueve, comienzan los gritos.
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