La vida es aprender, y disfrutar de todas las cosas que nos ofrece este mundo. Incluidas las más pequeñas, que por sencillas resultan aún más majestuosas, como el vuelo de los pájaros.
No sé si han tenido la suerte de ver una bandada de aves volar, observar la increíbles coreografías que hacen los pájaros migratorios, o descansar sobre los cables de la luz, todos ellos momentos igualmente sorprendentes.
Y es que es fácil dejarse llevar por sus piruetas, giros y caídas en picado, mientras nuestra mente trata de imaginar cómo sería poder volar. Un rasgo no sólo compartido por los humanos, sino por otros tanto animales que como este pequeño elefante observa maravillado los pájaros que revolotean a su alrededor.