“La grandeza de una nación se mide por la forma en que trata a sus animales”
–Gandhi
Las mascotas son grandes compañeros, nuestra vida no sería la misma si no compartiéramos nuestro afecto con estas criaturas que algunas veces demuestran más amor del que es humanamente posible. A pesar de eso, la crueldad ante estos animales ha persistido, y aunque algunas veces los animales no perecen, las cicatrices se llevan toda la vida.
Son animales como estos los que la fotógrafa australiana Alex Cearns retrata. Los que han sufrido de abuso, que han nacido con deformaciones o algún defecto físico que los muestra “diferentes” ante otros de su especie.
Perros y gatos sin ojos o ciegos, sin patas debido a enfermedades o abuso, con problemas en la piel; pájaros cuyo cráneo ha sido removido en gran parte debido a accidentes y perros golpeados. Las fotos de Cearns muestran dos facetas del espíritu humano, uno en el que se muestra la bondad al ayudar a estas criaturas en sufrimiento, por enfermedad u otra cosa, y la parte que denuncia la vileza de nuestras acciones al mutilar de esta manera a estos seres.
Muestra de un espíritu combativo, estos sobrevivientes merecen ser retratados aunque ellos no lo entiendan. Las imágenes llegan a más personas que pueden observar que esas criaturas que muchos no ven con importancia tienen historias, son queridos por alguien y son importantes.
El abuso debe terminar, la investigación para curar enfermedades debe crecer en el sector veterinario y siempre hay que recordar que el hombre no es un ser superior, habita este planeta con todos los otros seres como sus iguales y debe respetar y ayudar siempre que pueda, así como lo hace Cearns al recuperar la dignidad de estos animales que muchos menosprecian.