Todos llevamos un animal prehispánico dentro

No acabarán mis flores,
No cesarán mis cantos.
Yo cantor los elevo,
Se reparten, se esparcen.
Aun cuando las flores
Se marchitan y amarillecen,
Serán llevadas allá,
Al interior de la casa
Del ave de plumas de oro.

Hoy los animales no son más que algo bonito que observar en documentales o en un safari. Esta creencia de la superioridad del hombre por su capacidad de razonamiento y de modificar su entorno ha hecho que nos separemos de nuestros orígenes, es decir: nos separamos de nuestra madre “la naturaleza” o “pachamama” – como se le conoce en las culturas prehispánicas- y por ende, de los seres vivos que emanan de ella, los animales.

Los animales han tenido una gran importancia dentro de las culturas fundadoras alrededor del mundo, ya sea como carga simbólica del inconsciente, representándose a través de imágenes visuales y mentales, o como un “tótem” o “alter ego” que demuestra el carácter y la fortaleza física o espiritual del hombre al que se le aparece o se le represente, y por ultimo: en algunas culturas se le considera el espíritu compañero del hombre o como el destino de la persona en cuestión.

Los animales también han estado representados y asociados con fuerzas místicas y deidades que toman forma en animales para transitar en este mundo. Algunos animales son considerados como mensajeros de otros mundos o mensajeros de los dioses. En esta entrada revisaremos los animales más emblemáticos para las culturas mesoamericanas, en especial las ubicadas en el territorio del actual México.

Jaguar

Tal  vez este sea el animal más importante dentro de las culturas prehispánicas. Un animal que tuvo esplendor a lo largo de toda Mesoamérica y que representa la fortaleza, la habilidad y el temple para vivir en este mundo; también es asociado al inframundo y a las sombras debido a su gran habilidad como animal nocturno. Su culto comenzó con los Olmecas en el siglo V a.C. cuando era asociado con la fertilidad y la tierra.

También es asociado con Tezcatlipoca, señor del espejo humeante, un dios supremo omnipotente que era venerado por los aztecas como protector de la realeza y los sacerdotes. Tezcatlipoca tomaba la forma de jaguar por sus habilidades nocturnas para bajar al inframundo.

Quetzal

Un ave hermosa venerada por mayas y demás culturas en la región sureste del país. Esta ave estaba asociada con la majestuosidad, la vida y la abundancia, sus plumas eran valiosas y merecedoras de culto por su longitud y su hermosura.

Águila

Esta simbolizaba lo más alto, tanto en la espiritualidad como en la humanidad. Su gran vuelo era venerado en las culturas del centro del país y una muestra se encuentra en las pirámides de Tula, donde el Águila se encuentra plasmada en lo más alto de la fachada del templo a Quetzalcóatl.

Colibrí

Este era apreciado por su gran movilidad, poder y fuerza para volar, además de ser apreciado por su belleza y precisión. Para los Mexicas representaba a Huitzilopochtli, el colibrí izquierdo o colibrí del sur, quien guió a los aztecas desde Aztlan hasta Tenochtitlán, en forma de este animal. Los mexicas pensaban que esta ave nunca moría por su relación con Huitilopochtli y la relación de éste último con el Sol.

Serpiente

Tal vez mal interpretada por la religión católica, este animal ha estado en las bases de la creación de muchas de las culturas fundadoras. En Mesoamérica se le asocia con Quetzalcóatl o Kukulcan, estos como creadores del hombre a través de su sacrificio al bajar al mictlan –inframundo terrenal-. También es asociada con el conocimiento y la salud, tanto que se encuentra en el símbolo de la salud.

Tapir

Un animal venerado por los mayas, ya que se encuentra dentro de su mito de creación cuando Kukulcan conoció el maíz, mezclo este último con la sangre de una serpiente y de un tapir.

Caracol

Representación de lo musical y de lo cíclico, el caracol era apreciado por su relación con el agua por el sonido de su concha que era utilizado para musicalizar ritos y ceremonias de alta importancia, y por ser una representación del tiempo y su espiral, es decir, el tiempo es cíclico y no lineal.

Cocodrilo

Para los mayas, este animal era el que sostenía a la tierra y era representado en algunos templos mayas como fuente de poder. Es asociado con Itzmana, una deidad maya asociada con la energía fecundante del universo, Itzmana suele ser representada con un cocodrilo.

¿Qué animal eres tú? Sólo basta con darse una vuelta en nuestro interior, hacer una introspección y llegar al inicio de nosotros, es ahí donde encontraremos a nuestro “doble” animal, a ese que nos guía y nos protege. No es con cuál te identificas, es cuál se identifica contigo. Aprendamos a respetar a los animales, a ver a través de sus ojos y sentir lo que ellos sienten, aprendamos a venerar a aquellos que llevan más tiempo aquí que nosotros, a aquellos que escuchan y respetan a la naturaleza, no sabemos quien pueda estar detrás de los ojos de los animales.

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