Un calamar gigante que pesó más de 300 kilos fue encontrado muerto esta semana en Golden Mile Beach, en Britannia Bay, Sudáfrica.
Tras el hallazgo, la Unidad de Biología Marina de Iziko transportó el calamar a Ciudad del Cabo, donde fue medido y submuestreado para análisis de ADN.
«Al principio, solo quería regresarlo al océano. Pero en una observación más cercana, uno podía ver que estaba muerto», dijo a Live Science Adéle Grosse, una de las personas que se topó con el calamar.
«Verlo al principio realmente me dejó sin aliento. Honestamente, parecía un majestuoso animal prehistórico», manifestó.
Al parecer, el gigantesco calamar pernoctó en ese lugar debido al gran oleaje durante la primera semana de junio.
«Tuvimos grandes olas la noche anterior, y tengo entendido que el oleaje arrojó a este hermoso calamar a la playa en las primeras horas de la mañana», dijo Grosse.
Causa de muerte desconocida
Según explicaron las personas que encontraron el animal, no se evidenció alguna lesión en el cuerpo del calamar.
«Buscamos marcas de mordiscos o lesiones y realmente no pudimos encontrar nada», detalló Grosse.
Este calamar gigante mide poco más de 4 metros de longitud total. Y según la opinión experta de otros especímenes más grandes, esta bestia probablemente tenía menos de dos años.
De acuerdo con el Dr. Wayne Florence, biólogo marino y curador de invertebrados marinos de los Museos Iziko de Sudáfrica, los calamares generalmente crecen muy rápido y solo viven unos cinco años.
Objeto de exposición
En Sudáfrica es poco común ver este tipo de animales marinos. Según expertos, el primero de esta especie fue avistado durante el año 1972. Más tarde, en el año 1992, se encontró un calamar gigante de 9,1 metros en una playa de Kommetjie, Ciudad del Cabo.
De momento, el calamar gigante se está almacenando temporalmente, pero una vez que se hayan levantado las restricciones de cierre, el espécimen se conservará a largo plazo en la colección húmeda del Museo Iziko de Sudáfrica.
Dado que estos gigantescos animales marinos suelen nadar a grandes profundidades, es difícil que pueda ser captado por especialistas, aún menos identificado personalmente por gente común y corriente.
La primera vez que se fotografió a uno de estos calamares vivo fue el año 2002 y no fue hasta el 2006 que se pudo grabar el primer ejemplar.
Los calamares gigantes, que se piensa habitan en todos los océanos del mundo, excepto los polos, tienen ocho brazos cubiertos de ventosas y dos tentáculos, cada uno de los cuales se ensancha en un gran “palo” hacia la punta. Cada uno de estos 10 apéndices está cubierto con ventosas dentadas con succión poderosa.
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