Las altas temperaturas inusualmente registradas en Alaska, Estados Unidos, han causado la muerte de un gran número de salmones.
Durante el pasado mes de julio, Alaska registró una temperatura récord de 32,2º C, que causaron incendios forestales, derritieron glaciares y afectaron el nivel de agua de los ríos, destruyendo el hábitat de muchas especies.
Los científicos también detectaron que estas altas temperaturas ocasionaron la muerte de diferentes especies de salmón en el estado norteamericano, incluido el salmón rojo, el chum y el salmón rosado.
A finales de julio un equipo de especialistas liderado por Stephanie Quinn Davidson, directora de la Comisión intertribal de peces de Yukón viajó hasta el río Koyukuk, al oeste Alaska, para evaluar el alcance del problema.
Los investigadores encontraron allí 850 peces muertos, aunque temen que esta cantidad podría ser solo la punta del iceberg.
Las especies no tenían signos de haber muerto por ningún tipo de lesión, parásito o infección, y concluyeron que el estrés provocado por el calor asfixiante era la causa de la muerte
«Abrimos los peces, buscamos alguna enfermedad, infecciones, parásitos. Según todos los indicios, los peces parecían saludables», declaró la experta.
«No tenían ninguna marca, ninguna señal de enfermedad o estrés. Y el fenómeno de mortandad coincide con la semana de calor que tuvimos», explicó la investigadora.
Por su parte, el biólogo Timothy Sands explicó que los peces fallecieron por la falta del oxígeno causada por las temperaturas altas.
«No podían ir río arriba porque hacía demasiado calor y el agua no contenía suficiente oxígeno, por eso murieron (…) Cuando más caliente se pone el agua, menos oxígeno disuelto habrá en el río», subrayó.
La ONG ecologista Cook Inletkeeper publicó en 2016 un estudio en el que mediante modelos describía como afectaría el cambio climático a las temperaturas en las corrientes de Alaska.
«El año 2019 ha excedido el valor que esperábamos en el peor de los casos en 2069«, afirmó la directora de la ONG, Sue Mauger .
Además, explicó que las temperaturas cálidas afectan al salmón de distintas formas.
«Fisiológicamente, los peces no pueden hacer que el oxígeno se mueva a través de sus estómagos. Además, con estas temperaturas no tienen energía para desovar y mueren con huevos sanos», dijo.
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