Una colosal anaconda, catalogada como «la más grande del mundo», tras haber sido descubierta en la selva del Amazonas en Brasil, fue encontrada muerta luego de que un grupo de cazadores fueran tras ella.
El cuerpo la serpiente, bautizada como “Ana Julie”, de 8 metros de largo y un peso superior a los 200 kilos, fue hallado en el río Formoso, en la zona rural de Bonito, en el estado de Mato Grosso do Sul, en el sur de Brasil.
El asesinato de Ana Julie ha provocado la indignación de la comunidad científica que consideraba al reptil como un espécimen único, después de que un equipo de 15 biólogos internacionales determinara que era una nueva especie basándose en una diferencia del 5,5 por ciento en su ADN en comparación con otras anacondas.
En concreto, el animal pertenecería a la nueva especie catalogada con el nombre latino Eunectes akayima, que significa “anaconda verde del norte”.
El biólogo holandés, Freek Vonk quien formó parte del equipo que descubrió a la serpiente expresó que se encuentra «triste y enojado» después de haber conocido la lamentable noticia y llamó «enfermos» a los asesinos de la anaconda.
Según el científico e animal de una especie “hermosa y única”, habría sido asesinado fríamente a tiros.
“Con un enorme dolor en mi corazón quiero hacerles saber que la poderosa gran anaconda verde, con la que nadie, fue encontrada muerta en el río este fin de semana. He escuchado de varios lados que murió a tiros, aunque aún no hay confirmación oficial de la causa de la muerte”, sentenció Vonk.
El profesor destacó que el animal estaba sano y todavía estaba en la flor de su vida, por lo que podría haber tenido muchos descendientes en los años venideros, lo cual tras su muerte ya no será posible.
En febrero pasado, el biólogo compartió imágenes increíbles de él mismo nadando con Ana Julie, mostrando que la serpiente era tan gruesa como una llanta de automóvil y con un peso de 200 kilogramos.
A juicio del cineasta de la vida silvestre, Cristian Dimitris, la serpiente asesinada es la misma que fue filmada nadando con Vonk, pues comparó las marcas en su rostro, que son como huellas dactilares.
Así lo confirmó también la especialista en anacondas e investigadora de la Universidad de São Paulo, Juliana Terra, quien calificó a Ana Julie como un «símbolo de la región de Bonito».
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