Un oso negro fue sorprendido dentro de una piscina en una casa en Cánada.
Al parecer, las altas temperaturas llevaron al mamífero a aprovechar y refrescarse.
La familia, muy alarmada, llamó a la policía para reportar al intruso, que se marchó del lugar antes de que llegaran los uniformados.
El dueño declaró su alegría al saber que la piscina podía resistir a un bañista de 300 libras de peso.
Observa al juguetón, aquí…
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