10. San Francisco (1936)
¿Creías que Titanic fue la única película que aprovechaba un desastre histórico para contar una épica historia de amor? Claro que no. Pero igual no te acordabas de que el terremoto de 1906 dejó la ciudad de San Francisco en un burdo esqueleto de la gloriosa ciudad que fue en el siglo XIX. Excusa perfecta para poner a Clark Gable en apuros mezclando drama, musical y romance. Justo cuando más colgado estás de su ingenuo esplendor, típico del cine de los años 30, todo tiembla y se viene abajo.
9. Las lluvias de Ranchipur (1955)
La mayoría de las grandes historias del Hollywood dorado siempre tenían romance, lujo y personajes de vidas glamurosas. En los 50 les dio por emplazar estas pasiones indómitas en lugares exóticos. Imagina ‘Cuando ruge la marabunta’. Bien, esta es igual de fome que la otra hasta que llegaban las hormigas. Richard Burton, que con turbante ya es indio, y una exhuberante Lana Turner son dos tortolitos trolleados por lluvias monzónicas, inundaciones y un gran terremoto para rematar. Bastante olvidable, pero los efectos especiales para el desastre le valieron nominación al Oscar.
8. The night the world exploded (1957)
En los 50, todo lo que se podía extrapolar y justificar a través de ciencia ficción de maquinita con luces se rodaba con lo mínimo. En el caso de los desastres naturales también, claro. Tenemos una ola de terremotos, todos hechos con material documental editado, en el sur de EEUU. La causa es un elemento nuevo, que al contacto con el aire crea terribles explosiones. Para evitar que el elemento surja a la superficie, los científicos tienen que «taponarlo» a contrarreloj.
7. ¿Hacia el fin del mundo? (1965)
Muestra primigenia de lo que sería años más tarde la era dorada del cine de desastres (El coloso en llamas, La aventura del Poseidón…). La brillante idea de conseguir energía perforando el núcleo magmático de la tierra con bombas atómicas no podía salir bien. Claro, la tierra se parte y comienza la ola de terremotos. Las explicaciones científicas trataban de ser serias, pero están tan caducas como las de El núcleo, que viene a ser una especie de remake. Los efectos, sin embargo, siguen funcionando muy bien.
6. Terremoto (1974)
Los nombres asociados a esta megaproducción setentera son de la talla de Mark Robson (dirección), Mario Puzo (guión) y John Williams (música). Si además añadimos a Charlton Heston, Ava Gardner y unos grandiosos efectos especiales de destrucción, tenemos la madre de todas las películas de terremotos. Los Ángeles siempre ha sido objetivo predilecto de los sismos cinematográficos (en San Andrés también sigue sufriendo) pero en pocas se han mostrado las dramáticas consecuencias de forma tan cruda. La pega es que, a pesar de todo, no ha envejecido demasiado bien.
5. The Big One: El gran terremoto de Los Ángeles (1990)
Podría considerarse un remake de Terremoto, que muestra cómo en 16 años los efectos especiales mejoraron exponencialmente. Todo sigue dando vueltas a la idea de ciencia ficción basada en la teoría del Big One, la misma de San Andrés. En la que la dichosa falla se abriría creando una ola de terremotos en toda california, llegando a separarla del continente americano. Es una película para televisión, de esas de tres horas llenas de clichés, pero sale la madre de ‘Los problemas crecen’ y sus giros argumentales sorprenden.
4. Después del terremoto (1999)
También conocida como Terremoto en Nueva York 2. Cambia de costa de EEUU para presentar la destrucción de la gran manzana durante quince angustiosos minutos. También en este caso nos encontramos ante una miniserie para televisión, pero muchos efectos, decorados y escala son equiparables a muchas superproducciones de su época. El reparto también tiene un puntito por encima de la media. La trama sigue a varios personajes recorriendo escombros durante sus tres horas de duración que tienen ese inevitable toque de novela televisiva, tan fácil de ver como de olvidar.
3. 2012 (2009)
Roland Emmerich no debería faltar en ninguna lista en donde aparezcan las palabras épico, destrucción, apocalipsis o espectáculo. Es como un niño al que le alucina montar maquetas para luego destrozarlas. Seguro que sería un gran fallero. Normalmente, olvida que también tiene que contar una historia y los guionistas le salvan la papeleta , pero 2012 es un glorioso festival del absurdo. Los protagonistas parecen jugar a super Mario en medio de ciudades que se destrozan, suelos que se abren y rascacielos que se desploman como fichas de dominó.
2. Aftershock (Tangshan Dadizhen) (2010)
Sin duda, la mejor de todas las películas sobre terremotos que se haya hecho nunca. La historia es un drama familiar épico que recorre dos épocas diferentes. Todo comienza en 1976, en el devastador terremoto real que devastó la ciudad de Tangshan, considerado el más grave del siglo XX. Una madre que cree que su hija murió se reencuentra con ella treinta años después, en un nuevo terremoto en china. Más centrada en los conflictos familiares que en las secuencias de efectos, el resultado no deja de ser espectacular.
1. Aftershock (2012)
Co-producida y protagonizada por el director y actor Eli Roth, nos encontramos ante un choque entre las películas de desastres con el cine de terror en su corriente de torture porn. En realidad la idea de que tras un gran terremoto en Chile, las calles se vuelven una jungla de violencia no está desencaminada a lo que podría pasar en la realidad. Pero aquí, además, se escapan varios presos y se toma la ruta tremenda y hay disparos, violaciones, quemados vivos, empalados, mutilados con hacha… Ayuda humanitaria.