10 citas de Julio Cortázar para celebrar sus 102 años

Hoy se cumple un nuevo aniversario del nacimiento del célebre escritor argentino que revolucionó la literatura latinoamericana. La imagen y los textos de Julio Cortázar van ganando fuerza con el paso de los años, cautivando tanto a jóvenes lectores como al público adulto a lo largo y ancho del contente. Te traemos a continuación un breve repaso de su vida y 10 citas que recorren su invaluable obra.


Autor: El Ciudadano Argentina

“Viene Navidad, viene Año Nuevo, y todos nos pondremos melancólicos, y sentiremos pasar otra flecha del tiempo muy cerca de nosotros. Todo lo que podría decirles a los dos en estos días no es materia verbal, no entre en una carta”, Cartas a los Jonquières

Julio Cortázar nació accidentalmente en Bruselas (Bélgica), como reza la escueta biografía que acompaña las nuevas ediciones de sus libros como las obras póstumas, en el año 1914, quizás como un símbolo de lo que sería el resto de su vida literaria: nacer en Europa, elegirse argentino. Sus padres lo anotaron con nacionalidad argentina mientras esperaban que la Primera Guerra Mundial terminara y pudieran volver al país. En 1918, Cortázar llegará al país del que se fue tantas veces para poder volver: Argentina

Siempre es como si las palabras y su tiempo estuvieran desajustadas, como si lo que debiera decirte ya no fuese oportuno, o no lo será un día en que vos o yo faltaremos, y nada podrá ser dicho”, El Exámen

Tras una infancia rodeada por juegos e interminables lecturas, dando como frutos cuentos, poemas y novelas escritos con apenas una década de edad, Cortázar se adentra en el mundo literario gracias al libro Opio: diario de una desintoxicación de Jean Cocteau, marcando un camino del que no habría retorno. Ya con el título de maestro y profesor su escuela secundaria,  empieza sus estudios en la Facultad de Filosofía y Letras en la Universidad de Buenos Aires (UBA), carrera que abandonará para dedicarse a la docencia en pueblos del interior de la provincia de Buenos Aires.

“Lo que llamamos absurdo es nuestra ignorancia”, Los Premios


Cortazar-Gato


En 1944 dará un salto profesional y dictará cursos en la Universidad Nacional de Cuyo, en la provincia de Mendoza.  Luego de diferencias ideológicas y políticas con los directivos de la universidad, regresa a Buenos Aires, donde en tiempo récord hace la carrera de traductorado público. De ésta época son sus primeras obras como Presencias, La otra orilla, Los Reyes, Divertimento, El Exámen y Bestiario.

“Y así sin lástima como la forma más extrema y más hermosa de la lástima irme llevando al grito y al llanto, denudarme de otra manera que quitándome la ropa, invitándome al salto, a la implosión y al vértigo”, “Ciao, Verona”, Papeles Inesperados

Tras un breve viaje por Europa en 1950, el escritor toma la decisión de vivir en París, como una forma de búsqueda personal y profesional, logrando también alejarse de un país sumergido en un peronismo que no podía comprender. Una beca lo ayudaría a emprender el viaje definitivo hacia el viejo continente, lo que no haría más que declararlo argentino y latinoamericano por excelencia años más tarde.

“Y después de hacer todo lo que hacen, se levantan, se bañan, se entalcan, se perfuman, se peinan, se visten, y así progresivamente van volviendo a ser lo que no son”,  “Amor 77”,  Un tal lucas

Sus primeros años en la capital francesa están marcados por un pasar económico austero, aunque eso no le importaba. De estos años son sus obras: Final del Juego, Las armas secretas, Los Premios, Historias de Cronopios y Famas. Con un modesto reconocimiento entre el público y la crítica nacional, Cortázar se preparaba para dar el gran salto.

“Siempre fuiste mi espejo, quiero decir, que para verme tenía que mirarte”, Bolero

Rayuela sin lugar a dudas marcaría un hito en la historia de la literatura latinoamericana. El azar hizo que su publicación coincidiera junto a las de otros escritores latinoamericanos como Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa o Carlos Fuentes, lo que hizo que los lectores del continente se volcaran a sus propios autores, en lo que se llamó el Boom Latinoamericano. La fama del escritor argentino se vuelve mundial, empujando con un viento de cola a sus anteriores obras a nuevos lectores.

“Yo creo que ni vos ni yo tenemos demasiado la culpa. No somos adultos, Lucía. Es un mérito pero se paga caro. Los chicos se tiran siempre de los pelos después de haber jugado. Debe ser algo así”, Rayuela.

Por esta época el escritor viaja a Cuba, donde entabla una relación afectiva e ideológica con la revolución cubana, que marcará un cambio en su vida y lo acompañará hasta su muerte. Por estos años publica Todos los fuegos el fuego, La vuelta al mundo en ochenta días, 62/modelo para armar, Último round, entre otros escritos.

Es inconcebible una revolución que no desemboque en la alegría”, Libro de Manuel

La década del 70´lo recibe como un escritor consagrado y un militante político activo, acompañando movimientos políticos de izquierda en latinoamérica, como el gobierno del socialista Salvador Allende o la revolución sandinista en Nicaragua, lo que luego se volcará en un lugar de denuncia ante las dictaduras militares que sufría el continente.

“Qué quieres, el amor pide calle, pide viento, no sabe morir en la soledad. Detrás de este triste espectáculo de palabras tiembla indeciblemente la esperanza de que me leas, de que no me haya muerto del todo en tu memoria”, “Ciao, Verona”, Papeles Inesperados.

Sus textos empiezan a adquirir un matiz más político, sin por ello descuidar lo fantástico, lo lúdico o lo estético, aspectos que el autor siempre creyó fundamentales.  Durante sus últimos años publicó El libro de Manuel, Octaedro, Queremos tanto a Glenda, Deshoras, Alguien que anda por ahí, Los autonautas de la Cosmopista (Junto a su última mujer Carol Dunlop), entre otras obras. La muerte lo encontró el 14 de febrero de 1984 en París, con su salud muy deteriorada. Ese mismo día en Buenos Aires, su ciudad eterna, hubo una extraña e inusual invasión de mariposas.

“Ojalá que cuando me llegue el día, alguien me sostenga en su cariño, me perpetúe a través del afecto; será la prueba más honda de que no habré vivido en vano”, Carta a Lucienne Chavance de Duprat


Buenos Aires, 30 de abril de 2014.- El Profesor Fernando del Corro y el vicepresidente del Instituto de Nacional Revisionismo Histórico Argentino e Iberoamericano Manuel Dorrego, Luis Lunay, participaron de la Mesa "Revisionismo y periodismo. ¿Una relación tumultuosa?". En el stand de la Secretaría de Cultura la Presidencia de la Nación en la 40° Feria internacional del libro de Buenos Aires. Foto: Augusto Starita / Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación.
Foto: Augusto Starita / Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación.


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