Una virtud fundamental en un documentalista es saber encontrar una buena historia y éste es el caso de la película El final del día, que ha llamado la atención de muchos espectadores a lo largo del mundo.
El 2012, el director Peter McPhee se instaló en Quillagua, en el desierto de Atacama, donde sus habitantes esperaban el “fin del mundo” que los Mayas predijeron para el 21 de diciembre de ese año. Se encontró con un río contaminado por la acción de las empresas mineras, una tierra que no se puede trabajar y una comunidad compuesta casi únicamente por ancianos, ya que los jóvenes emigraron. Para los habitantes del lugar, toda la situación es señal de que el fin del mundo está cerca. McPhee los muestra en el día del “apocalipsis Maya”, cuando la profecía se vuelve real y abundan las reflexiones sobre el cuidado de la madre tierra.
A través de su retrato, McPhee aborda una realidad mayor y preocupante: la de lugares que están muriendo tanto por los cambios de vida como por los daños al ecosistema.
El final del día ha sido aclamado en FIDOCS, American Documentary Film Festival (Palm Springs), SANFIC 2015, FICIQQ, Cinelatino (Toulouse), Rdoc (Santo Domingo) y Trento Film Festival (Trento).
Un gatillador para McPhee fue el frenesí mediático ante el supuesto “fin del mundo” que predecían los Mayas para el 21 de diciembre de 2012. “Era claro para mí que este tema no iba en la línea de lo que usualmente trabajaba, pero comencé a buscarle el sentido. Pensaba que sería interesante ser testigos de este fenómeno social desde un pueblo aislado, que viviera este día como algo especial”, revela el director. “Con esta idea vaga tomamos un auto con un grupo de amigos y manejamos hacia el norte. Cerca del kilómetro 1.600 dimos con Quillagua, pueblo que ninguno había visto jamás. Nuestra sorpresa fue inmensa cuando conocimos este oasis verde, en medio del desierto más árido del mundo, que sobrevivía día a día a una tremenda contaminación de sus aguas y tierras. Era un pueblo realmente viviendo el fin del mundo. Esa inquietud inicial se convirtió de improviso en una idea de alto contenido social”.
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Ficha técnica
Dirección: Peter McPhee Cruz
Guión: Peter McPhee Cruz, Ignacio Ceruti, Gustavo Silva
Producción ejecutiva: Ignacio Ceruti
Dirección de fotografía: Peter McPhee Cruz, Ignacio Ceruti, Matías Cespedes
Montaje: Gustavo Silva
Sonido: Andrés Zelada