Pornografía romántica «para f*llar hasta enamorarse»

«Vivimos deprisa, andamos deprisa, inmersos en el trance urbano

Pornografía romántica «para f*llar hasta enamorarse»

Autor: Andrea Peña

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«Vivimos deprisa, andamos deprisa, inmersos en el trance urbano.
Compramos compulsivamente, tecleamos compulsivamente,
fumamos compulsivamente, bebemos compulsivamente,
comemos compulsivamente y follamos compulsivamente.
Deseamos compulsivamente y nos desnudamos con premura,
atravesando la mirada del amante y pensando que, más allá
De la ventana, puede estar esperando algo verdaderamente
increíble, excitante, y no este simulacro de amor que no conduce a nada».

De Antídotos Contra la belleza

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Ana Elena Pena escribe relatos, textos cortos y poemas en la línea del realismo sucio y la pornografía romántica, sin abandonar la ternura y la delicadeza en su forma y contenido. También dibuja, todo aquello que quisiéramos inscribirnos en la piel y que forma parte de las historias de amor contemporáneas.

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Su obra es una crítica feroz al culto exagerado a la belleza, el abuso y la violencia en todas sus formas, sobretodo en el amor.

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Ha publicado Hago pompas con saliva y ha autoeditado cuatro libros de textos cortos y poemas: Sangre en las rodillas, Antídotos contra la belleza, La ciudad de las niñas perdidas, Cicatrices y Vamos a Follar hasta que nos enamoremos, obra que descrita como «romanticismo sucio en pequeños actos un grito contra el artificio, contra lo superfluo, contra ese barniz con el que tanto nos empeñamos en cubrirnos para seducir al amante de turno, limpiamente, sin dejar huella. Pero también es un manual para no claudicar; para no dejarse arrastrar por el delirante ciclón fast-food que la propia sociedad impone barriendo todo resquicio de enigma, de singularidad, de magia que nos impulse a relacionarnos, pensarnos e imaginarios fuera de los dictados pornográficos del capital. Con todo, una brecha de esperanza articula este pequeño libro, más pensado para ser mordido que para ser leído, en ser pensado pero también en ser sentido. Los textos de Ana Elena Pena confirman que el sexo es esa dulce enfermedad de la que no dejamos de enorgullecernos día tras día hasta el hastío.»

Te dejamos aquí parte de su pornografía romántica:

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