A continuación, les mostramos una lista de los cuadros más caros jamás vendidos, el precio que se pagó por ellos y el año de su compra.
# 20. 75,1 millones de dólares. No 1 (Royal Red and Blue), de Mark Rothko, 1954, vendido en el 2012.
Este majestuoso lienzo fue una de las ocho obras seleccionadas personalmente por Rothko para su histórica exposición individual de 1954 en el Instituto de Arte de Chicago.
# 19. 76,7 millones de dólares. Masacre de los inocentes, de Peter Paul Rubens, 1610, vendido en el 2002.
Comprado por Kenneth Thompson en Sotheby, Londres, en julio del 2002, la voluptuosa y dramática obra de Rubens (aunque recientemente algunas voces discuten sobre su autenticidad) también podría luchar por el título de «éxito más inesperado»: Christie había estimado su precio «solamente» en unos 5 millones de libras.
# 18. 78,1 millones de dólares. Le Moulin de la Galette, de Pierre-Auguste Renoir. 1876, vendido en 1990.
En el momento de su venta en 1990, fue la segunda pintura más cara jamás vendida. Esta obra maestra fue adquirida por el presidente de Daishowa Paper Manufacturing Co., Ryoei Saito. Él quería ser incinerado con la obra a su muerte, pero sus empresas se toparon con problemas de préstamos y deudas, por lo que tuvo que ser vendido como garantía.
# 17. 80 millones de dólares. Turquoise Marilyn, de Andy Warhol, 1964, vendido en el 2007.
Comprado por el Sr. Steve Cohen, el precio no fue confirmado, pero en general se acepta que es cierto.
# 16. 80 millones de dólares. False Start, de Jasper Johns, 1959, vendido en el 2006.
Esta obra, anteriormente propiedad de Geffen y supuestamente vendida al director y jefe ejecutivo del Citadel Investment Group, Kenneth C. Griffin. El precio convierte esta pintura en la más cara vendida por un artista vivo, el icónico Jasper Johns.
# 15. 82.5 millones de dólares. Retrato del Dr. Gachet, Vincent van Gogh, 1890, vendido en 1990.
Salió a subasta en 1990 y fue comprada por el empresario japonés Ryoei Saito, esta fue, en aquel momento, la pintura más cara del mundo. Saito (entonces tenía 75 años) causó controversia en la época, afirmando que cuando él muriera, sería la pintura incinerada con él. Más tarde, aclaró lo que había afirmado, que solo utilizó la expresión para mostrar su intenso afecto por la obra.
# 14. 86.3 millones de dólares. Triptych, Francis Bacon, 1976, vendido en el 2008.
Rompiendo el récord de venta previa de su trabajo (52.680.000 dólares), la obra maestra de 3 piezas de Bacon fue vendida al multimillonario ruso Roman Abramovich, rompiendo la estimación inicial de 70 millones de dólares.
# 13. 87,9 millones de dólares. Retrato de Adele Bloch-Bauer II, Gustav Klimt, 1912, vendido en el 2006.
El único modelo al que pintó en dos ocasiones Klimt y que se vendió unos meses después de la primera versión, este retrato de Bloch-Bauer fue parte de un lote en el 2006 de cuatro pinturas de Klimt que llegaron a costar un total de 192 millones de dólares. El comprador es desconocido.
# 12. 95,2 millónes de dólares. Dora Maar au chat, Pablo Picasso, 1941, vendido en el 2006.
Obra de Picasso que alcanzó, en su momento, el segundo precio más alto jamás pagado en una subasta, y por un comprador anónimo. Subastado en el 2006, un misterioso postor ruso se lo llevó a casa (junto con un Monet y un Chagall, gastando más de 100 millones de dólares) y nadie ha descubierto aún su identidad. La propiedad de la pintura todavía no se ha hecho pública.
# 11. 104,2 millones de dólares. Garçon à la pipe, Pablo Picasso, 1905, vendido en el 2004.
Hasta ese momento, el precio más alto de una pintura jamás pagado en una subasta (los demás fueron todos ventas privadas), y además fue la primera pintura de romper la barrera de los 100 millones de dólares. Lo extraño es que nunca se hizo público quién expresó tal interés en el retrato de Picasso de un fumador parisino.
# 10. $ 105.4 millones. Silver Car Crash [Double Disaster], Andy Warhol, 1963, vendido en el 2013.
La obra más cara del famoso gurú del Pop Art, Andy Warhol, la monumental Silver Car Crash fue la estrella de la venta nocturna de Arte Contemporáneo en Sotheby.
# 9. 106,5 millones de dólares. Desnudo, hojas verdes y busto, Pablo Picasso, 1932, vendido en el 2010.
Esta obra sensual y colorida es la más cara de Picasso jamás vendida en una subasta. La obra, procedente de la colección de la señora Sidney F. Brody, no había sido expuesta en público desde 1961.
# 8. 110 millones de dólares. Flag, Jasper Johns, 1958, vendido en el 2010.
Flag es una de las obras más famosas de Jasper Johns. El artista pintó su primera bandera de Estados Unidos en 1954-55, una obra que se exhibe actualmente en el MoMA.
# 7. 119.9 millones de dólares. El grito, Edward Munch, 1895, vendido en el 2012.
Esta emblemática obra fue la pintura más cara jamás vendida en una subasta, hasta que fue superada por Three Studies of Lucian Freud, de Bacon. Esta es la más colorida de las cuatro versiones de El grito, y la única que sigue en manos privadas.
# 6. 135 millones de dólares. Retrato de Adele Bloch-Bauer I, Gustav Klimt, 1907, vendida en el 2006.
Este cuadro fue vendido por Maria Altmann, quien después de una larga y complicada batalla judicial fue considerada legítima dueña de este Klimt y varios otros. La pintura fue comprada por Ronald Lauder, para su Neue Galerie de Nueva York, para ser la pieza central de una colección de arte de propiedad judía rescatada del saqueo nazi que tuvo lugar en la Segunda Guerra Mundial.
# 5. 137,5 millones de dólares. Woman III, Willem de Kooning, 1953, vendido en el 2006.
Otra pintura vendida por Geffen en el 2006, pero esta vez comprada por el multimillonario Steven A. Cohen. Es parte de una serie de 6 cuadros pintados por de Kooning en el período de 1951 a 1953, que giró en torno al tema de la mujer y es, supuestamente, la única «mujer» aún en manos privadas.
# 4. 140 millones de dólares. No.5, Jackson Pollock , 1948, vendido en el 2006.
Se afirma en el New York Times que esta pintura fue vendida por David Geffen (de Geffen Records) a David Martínez (socio gerente de Fintech Advisory). Sin embargo, un comunicado de prensa emitido en nombre de Martínez afirma que, en realidad, no compró la pintura. Así que la verdad es un misterio y solo se puede especular con que se ha vendido por un récord de 140 millones de dólares.
#3. 142,4 millones de dólares. Three Studies of Lucian Freud, Francis Bacon, 1969, vendido en el 2013.
No solo es la pintura más cara jamás subastada, sino también un récord para una obra de arte contemporáneo. Christie´s explicó que cuando se pintó esta obra «la relación entre Freud y Bacon estaba en su apogeo».
#2. 155 millones de dólares. La Rêve (El sueño), Pablo Picasso, 1932, vendido en el 2013.
La Rêve (El Sueño) es una de las pinturas más sensuales y famosas de Picasso, representa a su amante Marie-Thérèse Walter sentada en un sillón rojo con los ojos cerrados. En 2006, Steve Wynn acordó vender la pintura a Steven Cohen por 139 millones, pero la venta fue cancelada cuando el Sr. Wynn dañó accidentalmente el cuadro. Finalmente, en el año 2013, El sueño fue adquirido por Steven Cohen, tras pagar 155 millones de dólares.
#1. 250 millones de dólares. Les Joueurs de cartes, Paul Cézanne, 1895, vendido en el 2011.
El precio exacto de Los jugadores de cartas (incluso la divisa de venta) no se conoce, hay estimaciones que van desde los 259 hasta, incluso, los 320 millones de dólares. Los jugadores de cartas es una serie de pinturas al óleo del artista postimpresionista francés Paul Cézanne. Pintadas durante el período final de Cézanne, a principios de los 1890, hay cinco obras en la serie. Debemos tener en cuenta, sin embargo, que los chicos de la familia real de Qatar no compraron la serie sino sólo esta pintura. La serie es considerada por la crítica como uno de los pilares del arte de Cézanne durante el período de principios a mediados de la década de 1890, así como un preludio de sus últimos años, cuando pintó algunas de sus obras más aclamadas. Los modelos para las pinturas eran peones locales, algunos de los cuales trabajaban en la finca de la familia Cézanne, el Jas de Bouffan. En cada escena son representados tranquilos, concentrados, los hombres miran hacia abajo, a sus cartas en lugar de mirarse el uno al otro, siendo las cartas tal vez su único medio de comunicación fuera del trabajo. Un crítico describió las escenas como «naturaleza humana artificial», mientras que otro especuló que la intensa atención de los hombres en su juego refleja la de la absorción del pintor por su arte.