3er Eimsur en Valdivia: Inventando una industria en medio de la crisis

El 28 y 29 de octubre de 2011 se realizó en Valdivia el tercer Encuentro de Industria Musical Chilena en el Sur, una instancia que reunió a sellos ‘independientes’ y otros actores, que reflexionaron sobre las posibilidades para la creación musical hoy, y las estrategias que las fonográficas debiesen seguir con los cambios provocados por […]

3er Eimsur en Valdivia: Inventando una industria en medio de la crisis

Autor: Wari

El 28 y 29 de octubre de 2011 se realizó en Valdivia el tercer Encuentro de Industria Musical Chilena en el Sur, una instancia que reunió a sellos ‘independientes’ y otros actores, que reflexionaron sobre las posibilidades para la creación musical hoy, y las estrategias que las fonográficas debiesen seguir con los cambios provocados por la Internet.

En medio del profuso verde donde están las dependencias de la Universidad Austral, Isla Teja, en la capital de Los Ríos, este tercer Eimsur permitió el diálogo entre los actores que integran el quehacer musical, más allá de la creación, en relación al diagnóstico y las estrategias que deberían aplicarse hoy, en medio de la crisis de la industria del disco, el reinado de las descargas digitales, y la sustentabilidad que el relativo interés demostrado por audiencias y la prensa puede significar para creadores y sus plataformas.

RECUENTO

Inició este encuentro la presentación de “Fragmentos de la historia de la vida musical valdiviana contemporánea”, libro en el que los antropólogos Jorge Pinilla y Luis Oviedo escudriñaron en los registros fotográficos, fonográficos y los relatos orales de numerosos personajes que han dado vida a la historia musical de la ciudad en los últimos 70 años.

Por su parte, el músico e investigador, Tito Escárate, se refirió a la necesidad de gremialización que tienen los músicos hoy en día. Tomando como ejemplos las realidades organizativas de Argentina y España, Escárate apuntó a la “auto-percepción de los músicos como trabajadores” y a la urgencia de ir más allá del papel que juega la Sociedad Chilena del Derecho de Autor (SCD), “la que hoy cumple funciones ajenas a su naturaleza, de mera empresa administradora de recursos”.

“Modelos de autogestión para la industria musical en Chile y México”, contó con la participación de Rodrigo Santis, de Quemasucabeza; Diego Sepúlveda de Sello Cazador; y Sal Toache, del sello mexicano Intolerancia.

Estos describieron cómo sus respectivas plataformas entienden la “autogestión”. Partiendo desde premisas a veces muy distintas, aunque con objetivos comunes, compartieron las motivaciones y alcances de su trabajo, comprendiendo la idea de independencia o autogestión más como una postura que como una naturaleza.

El sábado, “Música en las plataformas digitales”, reunió a Alberto Hayden, de Armatoste Brazo Discográfico; Sebastián Milos, de Postaldisc; y Cristián Lucero, de Twittsessions, quienes expusieron sobre los desafíos de sus proyectos sustentados en el uso de la Internet.

La conversación con los presentes giró en torno a la relación con las audiencias, asuntos legales y económicos que fueron expuestos con claridad, y las ventajas y desventajas de la virtualidad.

El foro “Experiencias de gestión para la música en el sur”, tuvo a Isabella Cichero, de Sono/Sala Dos de Concepción; y a Soledad Caracci, del Teatro del Lago de Frutillar, comentando su historia y dificultades.

En el caso del Teatro, la complejidad de ser una institución anclada en la reproducción del modelo de “bellas artes” y “alta cultura”, frente a la falta de público e interés en este tipo de manifestaciones. En el caso de Concepción, un agobiante escenario donde el progresivo cierre de lugares para conciertos han ido desperdigando las audiencias hasta su minimización.

Cerró la charla “Desafíos de los sellos independientes hoy”, presentada por Diego Sepúlveda, director del Sello Cazador, quien expuso sobre el trabajo de los sellos desde la gestión empresarial.

Describiendo el contexto de desarrollo de los sellos independientes nacionales, sus proyecciones internacionales, y cifras sobre el panorama discográfico global, concluyó que se debe “trabajar más como empresas que como colectivos artísticos”.

Los dos días hubo intervenciones de bandas locales como J. Miranda, Eczema, Camilo Eque y Mage’s. Asimismo, la noche del viernes, Los Ex y Tito Escárate, representaron a la ‘vieja escuela’. El sábado, primero Philipina Bitch y Denver, en el Teatro Municipal de la ciudad; y luego, La Big Rabia, en el Club Gaz Gaz, cerraron sonoramente el evento.

SUPERACIONES

El diálogo sobre la práctica artística siempre da luces a un camino oscurecido por la dialéctica de la subsistencia y la autonomía. El interés con el que se discute en el ámbito de la música y sus seguidores, suele estar más cerca de los hinchas de un equipo que de asépticos visitantes de museos.

Sin embargo, la escasa presencia de músicos en las conversaciones debilitó los alcances que las reflexiones y sus conclusiones momentáneas podrían brindar. Si bien, no hubo foros donde expusiesen (como en otros años), su nula presencia como público nos extraña, considerando la existencia de muchas bandas regionales que buscan proyectarse y músicos venidos de otros lugares a tocar que pudieron haber sido parte de estos diálogos.

Suele decirse que los músicos poco reflexionan sobre su rol y sus creaciones. Su invisibilidad en un encuentro que busca potenciarlos, a lo menos, confirma esta sentencia.

Desde la perspectiva de los sellos independientes, pudo notarse que hoy se ven enfrentados a un escenario donde ya no es posible aplicar las lógicas tradicionales de la industria discográfica. Sin embargo, aunque se prueba con nuevas tecnologías y plataformas, el lenguaje y las estrategias no se condicen.

La idea marxiana que explica la historia en la contradicción entre las fuerzas productivas y el modo de producción es un buen espejo donde referir el momento de los sellos pequeños (dado que la ‘independencia’ pasa a ser un término sin mucho sustento).

Por último, y como esbozo para una reflexión que debe continuar, surgió una discusión en torno al rol que los medios, y por consiguiente, los periodistas, deberían tener frente a esta producción nacional. ¿Relacionadores públicos, agentes de marketing, críticos sin concesiones? Las limitaciones impuestas por la pauta, como la poca tolerancia de los propios músicos respecto a las opiniones públicas sobre su trabajo, fueron algunos de los temas discutidos.

En definitiva, sería muy poco atractivo asistir a foros donde reinara el acuerdo absoluto. En ese sentido –y más allá de la impecable producción de Discos Tué Tué– el disenso, la discusión sin fin, y el intercambio de experiencias, fueron un éxito.

Irse con más respuestas que certezas impulsa nuevas conversaciones. Y eso es siempre positivo.

Por Cristóbal Cornejo G.

El Ciudadano Nº114, segunda quincena noviembre 2011


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