Nació en Chivilcoy, Buenos Aires, en 1977. Empezó a tocar a los 8 años. Tuvo su primera clase de guitarra con Marcelo Mauro. Participó en muchas bandas, en las que siempre cumplía la misma función: compositor y cantante, pero variando el estilo de música e integrantes del grupo.

En 1995, tuvo un accidente que casi acabó con su vida. Este hecho hizo que se replanteara su vida. ¿Por qué camino deseaba andar? Continuó en el mundo de la música, pero profesionalmente. Después de este hecho, publicó un disco titulado Mis canciones.

Siguió publicando discos y estudió en una escuela de música de Buenos Aires. Allí se dedicó al canto, al piano y a la guitarra.

En 2001, decidió viajar fuera y dejar la Argentina, que no la volvería a pisar hasta 2010. Compuso la letra de «Al diablo con todo», 3 días antes de dejar el país.

Llegó a Barcelona, donde lo recibió Pepe Curioni (bajista de la banda de Lucas Masciano, hasta el 2011). Ese mismo día, ya tocaron en un pub irlandés de la ciudad condal. El segundo día, tocaron en el metro, el tercero en la calle y al cuarto día comenzó a buscar teléfonos de compañías discográficas multinacionales, independientes, de mánagers. Durante unos meses, vivió en una casa okupa y seguió tocando por las calles del barrio gótico y conociendo gente.

Una tarde, tocando en Portal del Ángel, Barcelona, se encontró con David Otero, al cual le entregó una maqueta con canciones. A los pocos meses, consiguió su primer contrato discográfico en España, por cinco años, para grabar tres discos. La compañía fue Filmax.

El primer disco que grabó fue Al diablo con todo y contó con una gira de promoción y conciertos que duró más de un año. Recorrió todas las ciudades de España, visitando radios y televisiones.

El segundo disco fue Patas arriba, con Pancho Varona y José Romero en la producción. Fue un año complicado para Lucas, ya que tuvo que cambiar varias veces de mánager. Conoció a Rubén Martínez, que lo ayudó a volver al rumbo que había dejado de lado por culpa de esos problemas. La gira de este disco duró más de dos años.

En el 2008, grabó el tercer disco con Manicomio Records, el sello de Dani Martín y David Otero, titulado Todo bien. Tuvo una extensa gira. En el 2011 sacó un DVD Unplugged, rodeado de su banda y con colaboraciones de lujo, como David Otero, Shuarma, Pancho Varona, Rebeca Jiménez, entre otros.

Después de estos años de mucho trabajo y reconocimientos, Lucas estaba “seco”. Pasó cuatro años sin poder componer un tema. Viajó a la India, hizo un profesorado de Yoga y, recién entonces, comenzó a reencontrarse a sí mismo.

Decidió volver al trabajo de oficio. Y, fiel a su historia, viajó desde París a Transilvania, en una furgoneta. Con los músicos callejeros talentosos que se cruzó, grabó los temas de su siguiente disco. Ahora planea hacer lo mismo, pero en México. Mientras tanto, realiza una gira por la Argentina.

«A las hostias tan sagradas mermelada les pondría«, dijo Masciano. Y, cuando nos despedíamos, expresó «no pierdan un minuto de su vida haciendo pelotudeces».

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