Antonio Arráiz: un revolucionario de su época

El escritor, rebelde y talentoso, se distinguió por su crudeza y expresividad, además de ser considerado como uno de los hombres de las letras más importantes del vanguardismo latinoamericano del siglo XX

Antonio Arráiz: un revolucionario de su época

Autor: luisguillermo

Poeta y periodista, considerado como uno de los hombres de las letras más importantes del vanguardismo latinoamericano, Antonio Arráiz destacó a través de su pluma irreverente y su forma literaria.

Arráiz, originario de la ciudad de Barquisimeto, del estado venezolano de Lara, nació en 1903 (hace 115 años) y fue conocido en el mundo por su obra literaria en la poesía, la novela, el cuento y el ensayo.

Con la intención de convertirse en actor y piloto, viajó a Estados Unidos con tan solo 17 años de edad, para volver a Venezuela en 1922, pero como escritor.

En 1924, logró publicar su primer libro de poemas: «Áspero» con el que consiguió insertarse en el grupo de la vanguardia y comenzó a ser catalogado como revolucionario dentro del mundo de las artes, destacando por el rompimiento del verso tradicional y la moral puritana del momento.

“Áspero por lo tanto funciona”, llegó a ser catalogado, incluso por el también reecordado escritor Arturo Úslar Pietri, como un libro que lleva al hombre “al concepto de ser americano”.

En 1928, luego de participar en protestas contra la dictadura de Juan Vicente Gómez en Venezuela, es encarcelado en “La Rotunda”, prisión famosa por ser un espacio de tortura para los adversarios del dictador .

Durante su cautiverio el escritor no permaneció en silencio y, en 1931, aprovechó de escribir el cuento “Los lunares de la Virreina”, con el cual obtuvo el primer premio en el concurso realizado por el diario La Prensa de Buenos Aires. Al año siguiente un grupo de intelectuales de Argentina reúne los fondos para la publicación de su segundo poemario «Parsimonia».

En su obra «América», el autor exalta la esencia del continente: “Canto a mi América virgen. Canto a mi América India. Sin españoles y sin cristianos. Canto a mi triste América”.

Su pluma fue protagonista de polémicas tras la publicación controversial de la obra “Puros hombres”, una novela testimonial que construyó en 1938. «Ya lo sabe usted, lector o lectora, cuyos delicados sentimientos respeto: si no quiere usted asistir a espectáculos repugnantes, si no quiere escuchar palabras desacompasadas ni chocar en toda su trágica crudeza con los seres que se revuelven en un mundo abominable, no vuelva usted la página. Este libro es la cárcel».

Luego de ser liberado se dedicó a la escritura de cuentos universales como: «Tío Tigre y Tío Conejo», «La Cucarachita Martínez» y «El Diablo que perdió su alma», obras que, tras la máscara de la inocencia, recatan personajes del folclor y, a través del humor, reflejan la esencia del venezolano.


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