Arqueólogos que realizan exploraciones con un radar en la tumba de William Shakespeare, están convencidos de que ha desaparecido la cabeza del gran escritor -probablemente se llevaron la calavera los cazadores de trofeos en el siglo 18.
No contentos con la desaparición, los arqueólogos continuaron buscando por el sitio y encontraron otro cráneo que pensaban podía ser del dramaturgo, pero los estudios que se le hicieron, revelaron que pertenecía a una vieja mujer de 70 años.
Kevin Colls, el arqueólogo en jefe del equipo, dijo que: «Creo que la investigación nos dice que simplemente alguien entró y se robó el cráneo», agregando que «estoy muy convencido que el cráneo no está aquí en absoluto».
El supuesto robo se habría producido de todos modos, aunque las autoridades prohibieron hace años cualquier tipo de excavación cerca de la tumba de Shakespeare, cuyos restantes huesos descansan en la iglesia de Santa Trinidad en Stratford-upon-Avon, Warwickshire. Pero sin embargo, las autoridades permitieron escaneos con radar de todo el lugar.
El Sr. Colls, de la Universidad de Staffordshire, agregó: «Estos resultados, sin duda, fomentarán la discusión, el debate académico y surgirán teorías controvertidas en los años venideros», añadiendo que: «Incluso ahora, pensando en los hallazgos siento escalofríos por mi espina dorsal».
Pero el Reverendo Patrick Taylor, de la iglesia de Santa Trinidad, dijo que «no está convencido» de la calavera haya sido tomada.
Y agregó: «De conformidad con los deseos de Shakespeare, no vamos a permitir que la tumba ser perturbada. Vamos a tener que vivir con el misterio de no saber completamente lo que se encuentra debajo de la piedra».
Caso curioso, es que el dramaturgo murió en abril de 1616 a los 52 años y lanzó una maldición a cualquiera «que mueva mis huesos», en su lápida.