Lobbies religiosos mexicanos aún pueden suprimir exposiciones en galerías públicas; ni la UNAM se salva

Dos clérigos en atuendo ceremonial lamiendo un cirio; un rosario que desciende desde la boca de una monja hasta la boca de un ángel femenino; un pontífice de aura dorada tocando con las manos y su rostro los pies desnudos del Crucificado; éxtasis y herejía, hieratismo y profanación, premisas en la lógica iconográfica de nueve óleos de gran formato, y estética con ecos del Renacimiento, en las que parece converger la minucia de Caravaggio y la composición gráfica de Klimt.

«La Venida del Señor» es el nombre de la exposición pictórica que el artista Fabián Cháirez inauguró el 5 de febrero en la Academia de San Carlos y debía permanecer ahí hasta el 7 de marzo, incomodando estereotipos patriarcales y, como apunta la crítica Blanca González en un erudito artículo de Proceso, «resignificando relaciones de poder».

Pero esto no iba a ser así. La Asociación de Abogados Cristianos (AAC) de México presentó ante un juez de distrito en CDMX una batería de 35 amparos (con lo que muchos ignorantes de la ley nos enteramos de que la figura jurídica del amparo podía utilizarse como instrumento de censura).

La estrategia funcionó, toda vez que el 28 de febrero, el juez Francisco Javier Rebolledo Peña -que en su momento amparó a Monsanto contra el gobierno de México, que buscaba la eliminación del glifosfato en la dieta de los mexicanos- dictaminó que «la libertad de expresión tiene como límite el que no rebase y afecte la reputación y el derecho humano del honor de los católicos«.

El veredicto no aclara cómo «el derecho humano del honor» se extiende al privilegio de censurar una exposición artística o alguna manifestación cultural con la que se está en desacuerdo por dogma o por ignorancia.

Ante esta decisión judicial, la UNAM -una institución otrora combativa cuando la Derecha intentaba dictarle qué decir o hacer en los espacios universitarios- agachó las orejas, y manifestando «respeto al estado de Derecho» procedió obedientemente el 3 de marzo a retirar los óleos de los sacrosantos muros de la Academia de San Carlos, sin aclarar si la orden judicial ordenaba además purificarlos con agua bendita.

El 4 de marzo, el artista Fabián Cháirez emitió un comunicado dirigido «a la opinión pública, a la comunidad artística y a quienes valoran la libertad de expresión», donde hizo público que la decisión judicial que fundamentó la censura y retiro de la exposición en comento «nunca le fue notificada de manera personal», dejando al artista en la indefensión ante el proceso.

El artista agrega:’

No solo es un atentado contra mi obra, sino también contra el derecho fundamental a la libre expresión, piedra angular de toda sociedad democrática.

Ante los señalamientos de los abogados cristianos de que la exposición resulta «provocadora» (utilizando la palabra con acepción peyorativa), el artista Cháirez recuerda que

«el arte desde sus inicios ha sido un espacio de cuestionamiento, de reflexión, y diálogo con lo sagrado, lo profano, y lo humano en todas sus dimensiones».

Secretaría de Cultura de la Ciudad de México se sube al ring por Fabián Cháirez

El pasado 7 de marzo, la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México (Sccdmx) hizo valer su voz y manifestó en un comunicado que

«la suspensión de la exposición «La Venida del Señor» genera una profunda preocupación respecto a la censura, las restricciones a la libertad creativa y a las limitaciones a nuestra capacidad de expresarnos, explorar nuevas ideas y distintos imaginarios».

Asimismo, recordó que

«el arte es, por naturaleza un vehículo de expresión que interpela, incomoda, provoca y transforma» y reconoció que el disenso y la diversidad de opiniones son parte esencial de cualquier democracia. Las diferencias de pensamiento no deben resolverse a través de la censura, sino mediante el tejido de conversaciones abiertas y el encuentro entre posturas diversas».

Mientras tanto, el mismo 7 de marzo, el artista Cháirez realizó una «clausura» simbólica de su exposición afuera de la Academia de San Carlos, pues ese era el día para el que estaba programada originalmente y no para el 3 de marzo, cuando se la cerraron en obediencia al juez Rebolledo Peña, y a la Asociación de Abogados Cristianios,

En el convite, celebrado en la Calle Academia 22 mientras las puertas de San Carlos permanecían cerradas, se dieron cita toda laya de artistas y creadores, representantes de la organización «Católicas por el Derecho a Decidir» (en respaldo a la libertad de expresión del artista) y hasta representantes de la CNDH. También se apersonó una señora de apellido Villeda a insultar a gritos al artista.

Durante el encuentro, Cháirez exhortó:

«Tengamos presente que la libertad se fortalece cuando luchamos por la libertad de los demás, Defendamos juntos el derecho a cuestionar, a imaginar y crear sin miedo, No necesitamos que ningún juez y ningún grupo cristiano suspenda esta exhibición. Soy yo junto a todos, todas, todes, ustedes, quienes clausuran el día de hopy esta exposición, «La Venida del Señor», porque recuerden -y quiero que repitan esto conmigo-, NADIE NOS VA A DETENER.

FOTOGRAFÍA: X

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