Gregory coge basura tirada ilegalmente en la calle para hacer su magia. Usa estos materiales para fabricarles pequeñas casitas de una sola habitación a personas sin hogar. Cada pequeña casa es única, y poco a poco este proyecto ha captado la atención de más gente. Pero, sobre todo, ha captado la atención de las agradecidas personas a quienes ayuda.
{destacado-1}
Estas “pequeñas casas vagabundas” son del tamaño de un sofá. Pero, a veces, algo muy pequeño puede ser el mundo entero para quien vive en la calle. Los techos de estas casitas están diseñados para proteger a sus habitantes de la lluvia, un problema que quizá te parezca pequeño, pero que para estas personas es una gran preocupación. Las casitas también tienen ruedas, para que sus dueños las puedan transportar si es necesario. La base que casi siempre usa en sus pequeñas creaciones son tablones de madera que han sido desechados. Como artista, él se dedicaba a hacer bellas esculturas y otras cosas más tradicionales. Pero esas obras se empolvaban y se hacían viejas, sin que nadie les diera un verdadero uso, un verdadero significado.
Desde que comenzó con este proyecto, está feliz de saber que sus creaciones son usadas y aprovechadas por personas que lo necesitan. Los vagabundos están muy contentos con Gregory, pues gracias a él ahora pueden dormir bajo un techo, aunque sea pequeñito. Dicen que el pequeño refugio que Gregory les ha brindado es la mejor casa que han tenido. Ahora Gregory ha publicado un libro titulado “Arquitectura Vagabunda”. Lo que Gregory desea es que estas personas edifiquen hogares en las casitas que les brinda. Aún cuando estas casas no son convencionales. Al principio Gregory hacía estas casitas para vender, como otro trabajo de arte más o menos convencional. Pero un día un vagabundo llegó en busca de una lona. Y todo lo que Gregory tenía era el pequeño marco de madera de su proyecto, que contaba con una diminuta cocina y una pequeña trampa para desechos sanitarios. Ahí fue cuando se percató de que esa diminuta casa sería perfecta para ese hombre!. Personas como él podrían darle un uso más significativo ¡Esto podría cambiar muchas vidas! Y, auque Gregory sabe que no puede construir casas para todos los vagabundos de California. No piensa detenerse… ¡Este trabajo es muy significativo para él y para las personas que ayuda!.
Gregory ha considerado dar clases para que más personas aprendan a hacer estas miniaturas con un gran significado. Muchas de las personas que se enteran de su labor desean involucrarse y ayudar, probablemente podrían unirse para hacer grandes cosas. Reciclar ya es bueno por sí solo, pero lo que está haciendo este hombre es muy noble y admirable. Si quieres ayudar, puedes visitar su página en Facebook y ponerte en contacto con él.
Fuente: huffingtonpost.com