El Premio Libertador al Pensamiento Crítico fue instituido por el presidente Hugo Chávez en 2005. Coordinado por la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad, cada año se elige una obra con el objetivo de “reconocer la labor reflexiva de autores que han desarrollado una visión distinta a la mirada monolítica del pensamiento único”. En la edición correspondiente al 2012, que se entregó el año pasado, el libro premiado fue América Latina en la Geopolítica del Imperialismo, del argentino Atilio Borón.
En la edición 2013 el galardón correspondió a Un mundo a construir (nuevos caminos), de Martha Harnecker, quien de esta manera recibió un monto de 150 mil dólares, una pieza escultórica representativa y la edición de la obra por parte del Ministerio para la Cultura. Además, se otorgaron menciones honoríficas al economista egipcio Samir Amin, por su libro El capitalismo contemoporáneo; al italiano y también economista Luciano Vasapollo, por su Tratado de Métodos de Análisis de los Sistemas Económicos. Mundialización Capitalista y Crisis Sistemática; y al doctor en Ciencias Sociales argentino Néstor Kohan, por la obra Fetichismo y poder en el pensamiento de Karl Marx. También recibieron mención el periodista belga Michael Collon, por Los siete pecados de Hugo Chávez; y el periodista uruguayo Carlos Fazio, por Terrorismo mediático. La construcción social del miedo en México.
Al presentar el premio, la referente de la Red de Artistas e Intelectuales y diputada a la Asamblea Nacional venezolana, Carmen Bohórquez, convocó a “liberar las cadenas que retiene al pensamiento”, destacando la necesidad de dar las batalla de ideas desde el pensamiento crítico. “Este premio crea un estímulo para mantener despierto nuestro sueños y mantener nuestro sueño de vivir con una conciencia socialista”.
“Crítica y autocrítica para que surja un nuevo Estado”
En el evento, realizado en el Teatro Teresa Carreño, el presidente Nicolás Maduro tomó la palabra reivindicando el ejercicio del pensamiento crítico. “El pensamiento chavista, el bolivarianismo del siglo XXI, es un pensamiento profundamente crítico de la historia, para aprender, para aleccionar, y crítico de todos los pasos que va dando”, expresó. Maduro señaló que la crítica y la autocrítica “no son una moda, sino un método pedagógico para ir corrigiendo los caminos para hacer revolución”.
“Todos los días aprendo, descifro cosas nuevas, del pensamiento precursor, crítico y revolucionario del comandante Chávez, que nos empuja hacia la construcción de un sistema de poder que vaya sustituyendo a los viejos sistemas de poder de la burguesía”, agregó.
Maduro se refirió además un tema de gran actualidad, también señalado en el Plan de la Patria por Hugo Chávez: la necesidad de superar el Estado liberal burgués para avanzar hacia el Estado comunal. “Tenemos que forzar la máquina política de la revolución para que surja un nuevo Estado, que sea popular”, señaló.
Su discurso se enmarcó en una revisión profunda que se encuentra realizando en la estructura estatal desde principios de julio, proceso al fin del cual anunciará cambios importantes. Tres días después, el lunes 18, todo el gabinete presentó su cargo “a la orden” (es decir, a disposición), a fin de dejarle manos libres para una reestructuración.
La Revolución Bolivariana se encuentra en un momento en que el crecimiento del Poder Popular, expresado entre otros indicadores en la construcción de más de 700 comunas, choca indefectiblemente con una estructura estatal caracterizada por la burocracia e incluso con la corrupción de muchos de sus estamentos, algo que es criticado duramente por las bases organizadas del chavismo. En este contexto, la inminente revisión genera expectativas en cuanto a su dirección y a su alcance.
Promover la crítica para ayudar a combatir las desviaciones
Martha Harnecker, autora del clásico amado y odiado Conceptos elementales del materialismo histórico -que lleva publicadas 67 ediciones con la editorial siglo XXI-, agradeció el premio y señaló que es necesario avanzar hacia “una nueva cultura de izquierda, pluralista y tolerante (…), que ponga por encima lo que nos une y deje de un lado lo que nos divide”.
La escritora dedicó su obra a Chávez, de quien recordó su audacia y su obsesión con el protagonismo popular. También citó una intervención de 2009 donde el líder histórico de la Revolución Bolivariana decía: “No vamos a transformarnos leyendo libros. Los libros son fundamentales, la teoría es fundamental, pero hay que llevarla a la práctica porque la praxis es la que transforma verdaderamente al ser humano”. Además, señaló que los líderes deben ser “pedagogos de los límites”, explicando cada situación que enfrentan, “evitando domesticar las iniciativas de la gente y preparándose para aceptar posibles críticas a fallas de la gestión gubernamental”.
La socióloga de 77 años es la primera mujer en recibir la distinción. Como sucedió el año pasado con Atilio Borón, durante los días siguientes Harnecker ofreció un Seminario donde los asistentes pudieron tomar la palabra y realizar preguntas y comentarios sobre la obra. A la actividad asistieron destacados intelectuales críticos del chavismo, como Vladimir Acosta y Javier Biardeau, entre otros.
En el cierre del seminario señalo que “la crítica tiene que servir para curar al enfermo y no para matarlo”. Y se despidió diciendo: “Me voy de este país llena de esperanza. Creo que a Maduro hay que rodearlo de pueblo organizado. Esta rodeado de mucha gente que no es revolucionaria”.
Por Fernando Vicente Prieto y Lucas Villasenin, desde Caracas – @FVicentePrieto y @villaseninl