“Ese es el problema con la bebida, pensé, mientras me servía un trago. Si ocurre algo malo, bebe para olvidarlo; si ocurre algo bueno, bebes para celebrarlo; y si no pasa nada, bebes para que pase algo”.
Las frases y consejos de Charles Bukowski han marcado a cientos de miles de personas, quienes han encontrado en el particular acomodo de letras del estadounidense, una guía para la propia existencia. Cínico, alcohólico, misógino e incomprendido, el considerado último poeta maldito de Estados Unidos explora los abismos humanos en su obra, y se dirige a aquellos que entienden su mirada pesimista sobre la vida. Quien dedicó su vida a escribir para vender sus libros y seguir bebiendo, le habló con total sinceridad a los jóvenes, que hambrientos de dedicarse a las letras se enfrentaron con un golpe de realidad.
Sin embargo, los secretos alrededor del padre del realismo sucio no terminan. El libro Charles Bukowski: On Writing, exhibe a través de una compilación de cartas inéditas de Bukowski, una serie de opiniones del escritor respecto a temas que atraían su mente. Desde la fama, el arduo trabajo de escritor y los críticos, hasta el futuro, la derrota y sus personajes. La posibilidad de conocer al escritor de Mujeres a través de su correspondencia, nos ofrece un gran ejercicio de intimidad, en el cual las fronteras y los filtros del estadounidense se abre ante nosotros.
¿Qué había en la mente de quien fuera tanto elogiado como criticado? ¿Cuáles fueron los temas que más llamaron su atención a lo largo de su vida? Te compartimos una serie de 12 opiniones de Bukowski sobre la vida:
“Por siete u ocho años escribí poco, muy poco. Era muy borracho. Terminé en la sala de caridad del hospital con hoyos en mi estómago, desangrándome cual fuente… escupía mi estómago a través de mi boca y mi culo”.
“DH Lawrence era sólido hasta el final, pero Henry Miller era más moderno, menos artístico, hasta que se metió en el balbuceo de Star-Trek. Con William Faulkner, el público lo lo ha tragado, pero mucha de la obra de Faulkner es pura mierda, pero mierda inteligente, vestida con astucia”.
“La mayoría de los poetas son jóvenes porque simplemente no han sido atrapados. Muéstrame a un poeta viejo y te enseñaré, que la mayoría de las veces, es un hombre loco o un maestro… Fracasas en el momento en que empiezas a mentirte sólo para escribir un poema. Por eso yo no rehago poemas”.
“No me malinterpreten cuando digo que escribir es básicamente un duro ajetreo, no quiero decir que es una mala vida, pues uno puede salirse con la suya. El ganarse la vida con una máquina de escribir es el milagro de milagros”.
“Cuando trabajé en una revista, aprendí que hay muchos, muchos escritores que dicen que no pueden escribir; y todos ellos siguen escribiendo los clichés y trivialidades de las tramas de 1890, y poemas de la primavera y poemas del amor, y poemas que creen que son modernos porque están escritos en argot o escritos con las “i” en minúscula”.
“Los críticos huelen vida y no pueden soportarlo”.
“Barbet Schroeder -quien dirigió una película biográfica de Bukowski llamada Barfly- quiere una trama y el involucramiento del personaje. ¡Mierda! Mis personajes pocas veces evolucionan, están muy jodidos, ni siquiera pueden escribir”.
“Hay música en todo, incluso en la derrota”.
“El futuro es sólo un mal presentimiento. Shakespeare nos dijo eso”.
“La fama más la inmortalidad son un juego para otras personas. Si no nos reconocen al caminar por la calle, esa es nuestra suerte… volverse famoso en tus años veinte es algo muy difícil de superar. Cuando eres medio famoso, a tus 60, es más fácil realizar ajustes. Ezra Pound solía decir: haz tu trabajo”.
“El bien y el mal; bueno y malo, cambian constantemente, es un clima más que una ley moral. Y yo prefiero estar con los climas”.
“No iré a mi psiquiatra a contarle mis pesadillas. Iré a las carreras el próximo miércoles en la noche, beberé una barata cerveza verde y le apostaré al caballo seis, ah, lalala lala lalala lalalala la”.