Carnaval: tradiciones, alegría y evolución a lo largo del mundo

En las comunidades indígenas, campesinas o rurales, esta festividad tiene un carácter especial que es difícil de encontrar en las ciudades

Carnaval: tradiciones, alegría y evolución a lo largo del mundo

Autor: Lizzette Vela

El 8 de febrero de 2024 marca el inicio del carnaval, una festividad vibrante celebrada en todo el mundo. Este evento, lleno de color y alegría, es esperado por muchas culturas, cada una con sus propias variaciones únicas que reflejan la diversidad global.

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El carnaval tiene sus raíces en antiguas civilizaciones como los sumerios y egipcios, según registros que se remontan a 5.000 años atrás. Para los sumerios, era una forma de expulsar los malos espíritus de las cosechas, mientras que los egipcios lo dedicaban a Apis, el dios de la fertilidad.

La celebración en los meses de febrero y marzo, así como el uso de disfraces, se popularizó en los imperios romano y griego. En Roma, las Saturnales marcaban el final del invierno con banquetes y bailes enmascarados, mientras que en Grecia se realizaban las bacanales y Dionisias con procesiones y representaciones teatrales.

Con la llegada del cristianismo en la Edad Media, las tradiciones paganas se adaptaron como preparativo para la cuaresma, un período de abstinencia y ayuno. De hecho, el nombre «carnaval» proviene del latín «carnem levare«, que significa «quitar la carne«, refiriéndose al inicio de la cuaresma.

A lo largo de la historia, el carnaval ha tenido diversas adaptaciones, pero sus características distintivas como juegos, bailes, música, banquetes y disfraces han perdurado, recordando su herencia religiosa y cultural. Esta festividad, que comenzó como una forma de alejar los malos espíritus y celebrar la fertilidad, se ha convertido en una celebración global de diversión y camaradería.

Diversas formas de celebrar el carnaval alrededor del mundo.

En España, el carnaval se vive con gran pasión y tradición. Ciudades como Cádiz, Santa Cruz de Tenerife y Águilas (Murcia) se destacan por sus desfiles, disfraces elaborados y música contagiosa. Estos carnavales han sido distinguidos con el prestigioso título de Fiesta de Interés Turístico Internacional, atrayendo a visitantes de todo el mundo.

Por otro lado, Italia alberga uno de los carnavales más famosos y antiguos del mundo en Venecia. Desde 1296, esta ciudad se viste de misterio con sus icónicas máscaras diseñadas para ocultar la identidad de sus portadores. Mohács, en Hungría, también celebra un carnaval único, con disfraces de ‘busós‘ que evocan tradiciones ancestrales y culturales.

En Alemania, el Carnaval de Colonia es una fiesta destacada que comienza el jueves de carnaval y culmina con el Rosenmontag, un día lleno de cabalgatas y canciones tradicionales en kölsch, el dialecto local. Esta celebración es una oportunidad para que las mujeres asuman el poder en la ciudad, invirtiendo roles en un espíritu puramente carnavalesco.

En América Latina, el carnaval es una explosión de ritmo y color. Desde el célebre Carnaval de Río de Janeiro en Brasil, con sus famosas escuelas de samba y desfiles multitudinarios, hasta el Carnaval de Barranquilla en Colombia, declarado Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, esta región se entrega al espíritu festivo con pasión y energía.

Fiesta de Carnaval en México

En las ciudades de la República Mexicana, el carnaval adopta elementos como los desfiles de comparsas y disfraces, los carros alegóricos, las batallas de flores y la elección de reinas y reyes feos, entre otros. En ciudades como Veracruz, Mazatlán, Acapulco, Manzanillo, Mérida, Campeche y Villahermosa, entre otras, se celebran carnavales de este tipo.

Por otro lado, en las comunidades indígenas, campesinas o rurales, el carnaval tiene un carácter especial, a veces ritual, que es difícil de encontrar en las ciudades. Esto se puede observar en aspectos de la festividad entre los totonacas del norte de la Sierra de Puebla y entre los indígenas de los Altos de Chiapas, principalmente.

En las festividades carnavalescas de los totonacas, se organizan dos grupos de danzantes: los «huehues» y los «mulatos«.

Los «huehues» representan a los muertos y se dividen en varios tipos, como el narigón, el negro, el mestizo, las damas, los diablos y los comanches. Estos danzan con las damas del huapango en casa de su capitán, mientras que los últimos dos corren por las calles del pueblo en busca de ofrendas alimenticias destinadas para ellos.

Los «mulatos», cuya danza está casi extinta, representan las fuerzas demoniacas del interior de la tierra y los aires, y su danza es una liberación anual durante tres días y tres noches, seguida de un exorcismo mediante sacrificios realizados por el dios del fuego.

En otras regiones de la república, el carnaval se conmemora con batallas, como en Zaachila, Oaxaca; Huixquilucan, México; Huejotzingo, Puebla; y Tzucacab, Yucatán. En Zaachila, los diablos azotan a los curas hasta hacerlos prisioneros, mientras que en Huixquilucan se menciona una batalla entre dos barrios por la Virgen de la Candelaria.

Huejotzingo es conocido por su representación de la persecución de un bandido, mientras que en otras áreas se presentan una variedad de elementos, danzas y grupos ceremoniales, todos ellos con un enfoque común en el desorden y la transgresión de normas y roles de conducta.

El Carnaval promete ser una experiencia única, con celebraciones que unen a personas de diferentes culturas y tradiciones en una atmósfera de alegría y camaradería. Desde las majestuosas carrozas hasta los elaborados disfraces, esta fiesta mundial es una celebración de la diversidad y la creatividad humana. ¡Que comiencen los festejos!

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Foto: Archivo El Ciudadano

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