Doctora en literatura, especialista en poesía Chilena e hispanoamericana. Es una de las académicas que ha dirigido su mirada hacia la poesía. Acaba de salir la segunda edición de su libro “La poesía de Violeta Parra”.
-Dentro de tus esfuerzos, ¿Cómo nace el congreso Chile Mira a sus Poetas? Háblame de su proceso.
El proyecto nace en la Universidad Católica, el año 2009. Yo ya había organizado un congreso similar en la U de Chile. Constatamos que pese al enorme y rico legado poético que existe en nuestro país, nuestra elite no se ha hecho cargo con la necesaria altura y responsabilidad de ese capital cultural. Modestamente, desde la Universidad, hemos logrado evidenciar esta necesidad. Además, el proyecto siempre ha integrado como eje central a los propios poetas y eso no es tan común. Esperamos poder fortalecer el proyecto en los próximos años, y no solo a través de la modalidad de congresos. Seguirá siendo nuestro desafío el rescate, estudio y difusión de la poesía.
-Acaban de cumplir tres años ¿Cómo lo están proyectando?
Efectivamente, acabamos de realizar el 3° congreso en la UC, con más de 25 actividades académicas y artísticas y más de 100 participantes y 1500 asistentes. Siento que maduramos mucho en nuestros objetivos e incorporamos una modalidad innovadora: la realización de 13 talleres de apreciación y educación poéticas, los que tuvieron gran éxito. Este año el lema fue “El poema más allá del poema” y eso significó que reflexionar y discutir sobre la relación potente que mantiene la poesía con otras disciplinas, saberes y artes. Muy impresionantes fueron las conferencias y mesas sobre la relación de la poesía con la ciencia, con la música, con el ecologismo y con la educación.
-(Oscar Hahn, Andrés Morales, Javier Bello, Miguel Arteche, Marcelo Pellegrini, Pedro Lastra, Hugo Montes, etc. son grandes académicos y poetas) Tú eres académica de la Universidad Católica, además de estudiosa de la poesía. ¿Cómo ves la relación entre el mundo poético y la academia? ¿Qué tipo de diálogos tiene en el Chile actual?
Podríamos agregar a la lista que mencionas a Rafael Rubio, Nicanor Parra o al mismo Raúl Zurita. Existen pocos diálogos, pero existen. Los poetas nos agradecen cuando los invitamos o cuando asistimos a sus actividades. Y aprecian también poder dialogar con personas que estudian y difunden sus obras. Pienso sí que faltan más expertos y especialistas dedicados a su estudio y difusión, muchos más de los que hay. Con algunos de los poetas académicos que nombras, he tenido el honor de trabajar en cursos o proyectos y verdaderamente ha sido un privilegio.
-“La poesía de Violeta Parra”. ¿Qué te inspiró a escribirlo? ¿Cuál ha sido la recepción?
Una estupenda recepción. No solo porque la primera edición se agotó en un año, sino porque el feedback con los lectores ha sido muy enriquecedora para mi quehacer. Además, a propósito del libro, se han publicado más de veinte reseñas (muchas fuera de Chile) y hemos iniciado el trabajo en tres proyectos de mucha importancia e interés.
-¿Qué se viene en tu futuro como escritora?
Estoy preparando dos libros, un segundo libro sobre Violeta Parra y otro, sobre poesía chilena.
-Me interesa que hables de tu rol en la literatura nacional.
Mi rol se ha realizado en dos vertientes. La primera, tiene que ver con haber formado en poesía chilena (y también en literaturas prehispánicas) a varias generaciones de licenciados en letras, de la U. de Chile y de la U.C. y también haber dirigido tesis de posgrado. La otra, desde mi trabajo como crítica, estudiosa y gestora, ha sido también en el ámbito del estudio y difusión de la poesía chilena. Otros tendrán que evaluar cuál es el valor de todo esto. Sin embargo, me emocioné mucho cuando Oscar Hahn propuso mi nombre para integrar el Directorio de la Fundación Neruda, porque según él, yo era la única persona (de la academia) que amaba la poesía. No creo ser la única, pero es verdad que la amo mucho y también mi trabajo.
Por Oscar Saavedra Villarroel