El presidente de la República Federativa de Brasil, Jair Bolsonaro, fue acusado de perseguir a los intelectuales y artistas de su país.
Los directores brasileños Kleber Mendonca Filho y Juliano Dornelles, ganadores del premio del jurado del Festival de Cannes por el filme «Bacurau», levantaron su voz de protesta contra el mandatario.
«Estamos enfrentando una especie de persecución a los artistas, a los educadores y a los científicos, cuando la educación y la cultura son y siempre serán prioridades del país», declaró Dornelles en el Festival de Cannes, catalogado como el evento más prestigioso del cine en el mundo entero.
El filme Bacurau es apreciado por la crítica cinematográfica como “una potente película que combina género y política en partes iguales e igualmente efectivas”. «El premio es una respuesta irónica a aquellos que creen que lo que nosotros hacemos no es necesario», insistió el director.
Para el reconocido diario español La Vanguardia, Bacurau está llena de crítica y de referencias a la situación de Brasil, y por ello Dornelles le dedicó el premio «a todos los trabajadores brasileños de la ciencia, la educación y la cultura».
Quienes han podido ver el audiovisual destacan que éste llega a jugar con los límites de varios géneros, combinando ideas del cine latinoamericano político con el western estadounidense, “especialmente los filmes cuyo eje pasa por seguir a los personajes de un pueblo dividido que tiene que unirse para evitar una extraña invasión”, algo que no escapa de la realidad actual del país amazónico.
Por tanto y más, la lectura que se le da a Bacurau es más que evidente y alude a los Gobiernos al estilo del presidente Bolsonaro, muy a pesar de haberse escrito y filmado mucho antes de la llegada del derechista a la Presidencia de Brasil.
Mendonça Filho, que también dirigió hace tres años la premiada Aquarius, apuntó: «Estamos viviendo el desmonte de Brasil (…) Este filme abre un debate sobre la realidad brasileña y estoy curioso por ver cómo va a reaccionar el público en Brasil en agosto cuando sea estrenado».
«Somos los embajadores de la cultura en Brasil», concluyó Mendonça Filho al recordar que la también brasileña A vida invisível de Eurídice Gusmão, de Karim Aïnouz, se coronó el pasado viernes en la sección oficial Una Cierta Mirada, la segunda en importancia del certamen francés.
Cannes premió el cine Latinoamericano
Vale destacar que Latinoamérica se llevó este 26 de mayo a casa varios premios del prestigioso Festival de Cine de Cannes, con galardones para filmes de Brasil, La cordillera de los sueños, del chileno Patricio Guzmán, que se alzó con el premio al mejor documental, y la película Nuestras madres, del guatemalteco César Díaz.
En el acto de cierre, los dos directores brasileños recogieron el reconocimiento y lo dedicaron a su país, así como a todos los trabajadores de la ciencia, la educación y la cultura.
El pasado 15 de mayo, en la previa al Festival de Cannes, Mendonça Filho afirmó que apoya “totalmente” las protestas masivas universitarias de la víspera en Brasil contra los recortes en la educación, asegurando que su país se parece a una “distopía” bajo Jair Bolsonaro.
“Es muy importante en una democracia expresarse cuando se está descontento”, dijo antes de la gran movilización de los estudiantes universitarios de Brasil, valorados por Bolsonaro como un sector que no aporta nada a la nación.
Bacurau fue proyectado en Cannes “en un momento en que hay esta idea general de destruir la cultura en Brasil, el arte en general”, destacó, y agregó que su país se parece a una “distopía en muchos aspectos”, recogió el diario El Comercio.
En síntesis, los directores de Bacurau “ubican al espectador en la Brasil actual, y una de las intenciones de los creadores es alertar sobre lo que ocurre con gobiernos como el de Jair Bolsonaro en Brasil”, resaltan en el portal Cineoculto.