Superficialmente, pueden ser vistos como simples rollos de películas que sólo parecen importantes para algunos, un montón de objetos antiguos o hasta como basura. Pero si uno se sumerge en el mundo que cada una de estas cintas ofrece, se da rápidamente cuenta de que son mucho más: cada una es el testimonio de una época, que pocos registros permiten conocer de la forma en que los audiovisuales lo hacen. Por más casero y familiar que sea.
Consciente de esto, desde su fundación, la Cineteca Nacional de Chile ha recopilado 1.153 de estos rollos, que van desde 1928 y 1980, y se conservan en sus bóvedas climatizadas, con las condiciones adecuadas para asegurar su preservación. Como muestra de su verdadera importancia y con la intención de que el público aprecie y siga aportando a este proceso de rescate, este mes la institución abrirá un taller para mostrar el trabajo que se ha hecho con ellos.
Será el próximo 10 de enero, en el Microcine ubicado en el Centro Cultural La Moneda, donde se realizará esta actividad. Estará a cargo de Sebastián Úbeda, asistente de restauración de la Cineteca Nacional de Chile, quien explicará en qué consiste el proceso de preparar las cintas para su digitalización, uno que contempla la recepción, la limpieza, entre otras tareas.
También participarán Claudia Barril y Rafael Prieto, quienes investigaron durante el 2017 los registros familiares salvaguardados en la Cineteca Nacional, como parte del III Concurso de Promoción del Archivo. De este proceso resultó el estudio Registros biográficos en una memoria audiovisual multiforme. Articulaciones desde la coyuntura chilena a partir de casos en resguardo en la Cineteca Nacional de Chile. Contarán sobre el contenido de los rollos, cómo se catalogaron para extraer la mayor información posible de ellos, de los problemas que tuvieron en el proceso y de cómo los solucionaron. Por ejemplo, enfrentaron muchas veces la falta total de referencias en las imágenes: había materiales que no se sabía dónde habían sido filmados, quiénes aparecían y en qué año se habían hecho. Para eso, conversaron con las personas que depositaron en la Cineteca Nacional de Chile las películas o investigaron a partir de algunas pistas que las mismas imágenes entregaban. También rescatarán la importancia de estos registros como documentos históricos, que muestran costumbres, la moda, la cultura de distintas épocas, episodios de la historia del país, además de antiguas postales de Santiago y otras ciudades, algunas a color.
La recuperación de las películas familiares
La Cineteca Nacional de Chile ha desarrollado permanentemente una campaña -que sigue abierta-. invitando a la ciudadanía a depositar las películas en los formatos 8mm, Super 8mm, 9,5mm y 16 mm para que sean resguardadas en las condiciones necesarias para que en el futuro sigan siendo testimonio de la historia. A quienes optan por hacerlo, se les entrega una versión digitalizada en alta definición de su material, lo que muchas veces se transforma en la primera vez que las familias acceden al contenido de las cintas, pues, en general, no cuentan con los equipos para proyectarlas.
Con esta iniciativa, la Cineteca Nacional de Chile ha recuperado y resguardado imágenes que retratan la cultura y la forma de vivir de diferentes épocas, pero también imágenes históricas, entre las que se encuentran algunas como el funeral de Pedro Aguirre Cerda en la década del 40; el cambio de mando de Carlos Ibáñez del Campo a Jorge Alessandri Rodríguez; partidos de la Selección chilena en el Mundial de 1962, incluyendo el mítico partido contra la Unión Soviética en Arica, el cual tiene dos versiones provenientes de distintas familias.
Quienes quieran depositar sus materiales. Para mayor información, escribir a [email protected] o llamar a 22 898 9950.
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