El actor porno Rocco Siffredi puede ser considerado por muchos como un hombre afortunado, pues gracias al sexo logró amasar una fortuna y se convirtió en el mejor pagado de la industria pornográfica. Sin embargo, el italiano confesó que ha sufrido mucho por tener mucho sexo en su vida.
Rocco Siffredi hace estas y otras confesiones en su documental ‘Rocco’ que ha presentado en la “Mostra” de Venecia. El actor porno reve´la también que su sexualidad ha sido su verdadera ‘cruz’, ya que su desenfreno por tener sexo lo ha llevado a tener relaciones con mujeres de todas las edades.
La cinta, dirigida por los franceses Thierry Damaiziere y Alban Teurlain, no compite en el certamen, sino que se expone como un – esperado y aplaudido – “evento especial” en la sección “Jornadas de los Autores”.
Este documental de Rocco Siffredi consiste en un relato crudo, sin tapujos o escenas censuradas, que intercala una serie de entrevistas con el actor con imágenes de su día a día a través de las cuales se desvelan las bambalinas de la multimillonaria industria de la pornografía.
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Para no perder la costumbre, el documental arranca con un primer plano del pene de Rocco Siffredi, mientras de fondo se escucha una de sus reflexiones: “Mi sexualidad es mi demonio“.
En uno de los relatos Rocco Siffredi recuerda cuando sintió “un irrefrenable impulso en la entrepierna” a los 8 años y, sobre todo, repasa los acontecimientos que han marcado su vida como la muerte de su hermano Claudio y la relación con su madre.
Precisamente, en el funeral de su madre, Rocco Siffredi volvió a sentir este impulso sexual, pero esta vez hacia la mejor amiga de su progenitora, de 80 años, con quien termina teniendo sexo.
“He querido explorar la sexualidad a 360 grados y, por eso, he mantenido sexo con chicas de 18 años y con mujeres de 70 u 80“, confiesa Rocco Siffredi, que acumula a sus espaldas decenas de títulos desde que comenzara su carrera en la década de 1980.
La cinta de Rocco Siffredi también ahonda en el plano familiar, tratando su relación con sus hijos, quienes aseguran con cierta timidez que no sienten vergüenza por el trabajo de su padre, sino que más bien están orgullosos de ello.
Sobre su esposa, Rozsa Tassi, Rocco Siffredi la elogia como “una mujer pura” que le ha dado una familia y ella afirma que no siente celos: “Rocco conmigo hace el amor, con las demás practica sexo“.
Rocco Siffredi asevera, “ha comprendido que sin porno no puedo vivir. No consigo disfrutar de una vida tranquila sin el sexo”.
El documental de Rocco Siffredi también aborda el ámbito profesional, exhibiendo de manera descarnada los entresijos de la industria pornográfica, las horas de preparación de los actores y actrices antes de una sesión de sexo duro o los trucos a los que recurren antes de desnudarse frente a la cámara.
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