La historia versa sobre Katherine Knight, una mujer australiana de 60 años que apuñaló 37 veces a John Price, su marido, antes de despellejarlo y dejar colgando su cadáver de unos ganchos de carne. Sin embargo antes de matarlo lo torturó de diversas formas y en los últimos momentos le cortó la cabeza como recuerdo.
Cuando la policía llegó al lugar, encontraron la cabeza hirviendo en una olla acompañada con rebanadas de sus nalgas, las que estaba preparando como cena para sus tres hijos pequeños. De este modo Knight, se convirtió en la primera mujer australiana en ser condenada a cadena perpetua.
Su historia se hizo famosa y fue inmortalizada en el libro «La mancha de sangre», escrito por Peter Lalor, y ahora este asesinato, uno de los más horribles de la historia, se convertirá en un flamante largometraje. El mismo Lalor confesó al respecto: «Me asusté de leer el guión, porque estaba hecho para el cine».
Además Lalor añadió sobre la asesina que: «lo que realmente me sorprendió fue la forma ordinaria que tenía. Llevaba un bonito vestido y un crucifijo alrededor de su cuello». Además el autor habló con un número de ex parejas de Knight que también habían sido abusados por ella: «Eran mineros del carbón, camioneros, tipos duros australianos, sin embargo la mayoría lloraba hablando de ella y del abuso que les inflingía.
Lalor sentencia que: «Ella tenía una historia de maldad y una enfermedad mental, como trastorno límite de la personalidad, pero eso no es de ninguna manera una excusa, ella estaba enferma, pero había una semilla de mal en ella».