Colibrí, una obra teatral que todos y todas debieran sentir

Independiente del estilo y forma de la puesta en escena, que a tal o cual espectador le pueda gustar o no. Colibrí consta indudablemente de un potente contenido. La forma en que es presentado destaca por su uso del escenario y el sonido, por su colorido y dinamismo condimentado de episodios musicales y humorísticos, mientras que su contenido es dramático, inmensamente sensible, diverso y muy profundo. Lo más destacable de Colibrí es justamente eso, la tremenda profundidad y sensibilidad con que trata el tema de las “personas con necesidades especiales”, como algunos les denominan hoy.

Uno de los aportes de la obra apunta a desmitificar la realidad en que viven estas personas y a la vez cuestionar críticamente la forma en que la sociedad las mira, las integra y las discrimina. Solo una persona que ha vivido muy de cerca con estas formas de vida puede escribir una obra que alcance la cercanía de Colibrí, y esa es Malucha Pinto, quien ya había escrito un libro al respecto: “Cartas para Tomás” sobre sus propios aprendizajes junto a su hijo y como éste cambió su forma de ver la vida y en el fondo, Colibrí es una obra sobre la vida.

Montada en homenaje a quien creó y luchó por el respeto e inclusión de la diversidad, el gran dramaturgo Andrés Pérez, Colibrí nos viene a enseñar que todos somos distintos y esa diferencia es la que nos hace iguales. Gordos, flacos, flaites, homosexuales y enfermos, todos son blanco de burlas y discriminación, todos distintos, todos iguales. Critica con sarcasmo el paternalismo subyacente a la supuesta solidaridad de campañas del consumo como la Teletón y la visión sobre la “discapacidad” que esta genera.

Colibrí nos enseña una verdad irrefutable, pero que no todos quieren ver, que las personas con “necesidades especiales” son tan distintas y tan iguales como tú y yo, como todos. ¿Te cuesta mucho hacer algunas cosas? ¿Hay cosas que simplemente no puedes hacer y otros si? ¿Tienes capacidades distintas a quienes te rodean? ¿Has sentido frustración? ¿Has sentido el amor? ¿Has sentido dolor? ¿Sueñas, imaginas, te enojas, te alegras? ¿Eres siempre feliz? ¿Tienes necesidades especiales? ¿Te sientes especial?

Todos y todas somos especiales y cada quien tan distinto como cualquiera. Cuando comprendamos la profundidad de esta realidad que nos grita el Colibrí, estaremos dando un paso en dirección a una real inclusión social. Y esto nos incumbe a todos, no solo a quienes se desplazan sobre una silla de ruedas.

¿Dónde sentirla?

Explanada Museo de la Memoria y los Derechos Humanos. Matucana 501. F: 2 5979600.

Jueves, viernes, sábado, domingo. 21:00 Hrs.

(Desde 3 de octubre a 20 de octubre).

$4.000 general – $2.000 estudiantes y tercera edad.

El Ciudadano