El cuatro de septiembre de 2014, tras poco más de cuatro años en coma, falleció una de las figuras más grandes del rock latinoamericano. Gustavo Adrián Cerati, poeta, cantante, guitarrista y pieza clave de la música argentina fue llorado por millones de seguidores en todo el mundo, sin embargo su legado continuará, pues mientras no lo olvidemos, nunca morirá.
Más allá de la música Gustavo Cerati fue un hombre de extremo talento, sus canciones nos enseñan a vivir porque él sabía cómo hacerlo. Anécdotas, consejos, momentos que marcaron un hito en la música y mucho más. Así recordamos al vocalista de Soda Estéreo, al argentino ejemplar, al músico que siempre se encontraba en constante cambio y que vivió para la música hasta el último momento.
El músico y el cine
Actuó en la película Más Bien de 2001, en la que interpreta a Jorge, un hombre que tras perder a su mujer e hija en un terremoto decide cambiar su vida junto a otros dos amigos. Él buscará a un nuevo amor para lograr su cometido. Al respecto sobre su actuación, esto es lo que dijo:
“Si lo pienso en función de una trayectoria actoral creo que no me seduce. Yo disfruté mucho del proceso que significa hacer una película pero no es mi onda”.
NY: parte del mapa, parte de la fantasía
Nueva York es una ciudad que para muchos es un sueño visitar, así lo fue para Cerati durante muchos años. El romance del músico con la gran manzana comenzó cuando era solamente un niño. Fue una fotografía de su padre en la que se veía el Empire State. Desde los 12 años fue su cometido visitar ese lugar, finalmente tras el éxito se convirtió en cómplice de Nueva York. Grabó canciones, mezcló, vacacionó y cumplió sus sueños. “Para ellos (sus hijos) es parte del mapa, en mi época era parte de la fantasía”.
Un último cigarrillo
Tras sufrir una tromoflebitis mientras rodaba el famoso video para “Crimen” decidió dejar su más peligroso vicio, el cigarro. Cerati fue un asiduo fumador de nicotina y dicen que desde los 18 años fumaba entre 30 o 40 cigarros diariamente, por lo que cuando decidió cambiar su vida lo grabó. En el video de “Crimen” puedes verlo con un cigarrillo, el último que tocarían los labios del músico. Lamentablemente la adicción ganó y poco tiempo después el artista recayó en su vicio.
La infancia de la música
La practica hace al maestro y Cerati comenzó su practica desde los nueve años. En su pubertad inició un trío que tocaba en fiestas familiares, se unió al coro de su iglesia e incluso llego a ser el director del coro. Con una pasión tan grande por la música y cuando el talento desborda es obvio que esa persona está encaminada a la grandeza.
Su relación con los fans traspasó todo
Uno de sus éxitos más grandes y esa canción que todos los que inician una banda en su adolescencia temprana tocan. “Persiana Americana” fue compuesta por él y por un fanático de Soda Stereo. Durante un programa radiofónico argentino llamado “Submarino Amarillo” lanzaron la convocatoria para crear la siguiente canción y Cerati se interesó en la canción de Jorge Antonio Daffuchio, lo buscó y colaboraron para crear tan sensual canción.
El padre, el hijo, el amor amarillo
Para Gustavo Cerati la familia fue lo más importante, por eso después de grabar el disco Dynamo junto a Soda Stereo, se mudó a Chile con su esposa, con la que esperaba a su primer hijo. Según él, el disco Amor Amarillo nació por necesidad. Su revelación vino después de la muerte de su padre, él no tenía planeado hacer un disco pero ese evento, marcado con el nacimiento de su hijo lo motivo a crear música rápidamente. Muerte y vida, todo mezclado junto a sentimientos nostálgicos y expectativa de felicidad. Amor Amarillo marca el inicio de su carrera como solista y justo como él compuso pensando en su hijo, después su hijo ayudaría a su padre a crear música con sus letras.
Además el color amarillo es para él el color del amor. Lo retoma desde un viaje que realizó a México en la península de Yucatán. Ahí el amarillo gobernó su vista y vivió con é. Incluso diría que el amarillo que vemos en el ámbar en la cinta Jurassic Park es parte de su fascinación por el color del sol.
Separación de Soda
Muchos conocen la historia de Soda Stereo, una de las bandas más importantes. El inicio y el fin de la banda fue un momento histórico y aunque muchos conocen la carta abierta que el cantante publicó explicando porque se separaban, también existe una versión más detallada en la que dijo:
“Una de las razones de la separación fue el darme cuenta de que estaba tomando decisiones como, por ejemplo, no querer salir de gira; ‘me quiero ir a Chile a vivir el embarazo con mi mujer y me chupa un huevo todo y ustedes hagan lo que puedan’. Para Zeta y para Charly eso fue muy fuerte, pero qué le voy hacer. Ahí me empecé a dar cuenta también de que ya llevábamos mucho tiempo juntos y una decisión afectaba a los demás y producía resquemores y charlas por detrás, cosas que no me gustaron para nada. También me empecé a dar cuenta de quiénes eran mis amigos y hasta qué punto afectaba eso a la situación de trabajo. Es complicado, porque hay una dependencia económica que es jodida. En mi caso yo era el compositor de la mayoría de los temas y por ende ganaba más dinero que el resto. Zeta decía que el grupo debía firmar todas las canciones. Eso me parecía válido siempre y cuando el esfuerzo fuera compartido, pero cuando soy yo el que está haciendo prácticamente todo, no me parece justo”.
Si necesitas refrescar tu memoria, esta es la carta abierta:
Estas líneas surgen de lo que he percibido estos días en la calle, en los fans que se me acercan, en la gente que me rodea, y en mi propia experiencia personal. Comparto la tristeza que genera en muchos la noticia de nuestra separación. Yo mismo estoy sumergido en ese estado porque pocas cosas han sido tan importantes en mi vida como Soda Stereo.
Cualquiera sabe que es imposible llevar una banda sin cierto nivel de conflicto. Es un frágil equilibrio en la pugna de ideas que muy pocos consiguen mantener por quince años, como nosotros orgullosamente hicimos. Pero, últimamente, diferentes desentendimientos personales y musicales comenzaron a comprometer ese equilibrio. Ahí mismo se generan excusas para no enfrentarnos, excusas finalmente para un futuro grupal en que ya no creíamos como lo hacíamos en el pasado.
Cortar por lo sano es, valga la red, hacer valer nuestra salud mental por sobre todo y también el respeto hacia todos nuestros fans que nos siguieron por tanto tiempo. Un fuerte abrazo.
De tal padre tal hijo
Benito Cerati se gestó al igual que el Amor Amarillo. Para el momento en que su padre comenzó a grabar su penúltimo disco Ahí vamos, el contribuyó con la composición de “adiós” y también lo ayudó con las ultimas canciones que su padre grabaría: “Fuerza natural, “Desastre”, “Rapto” y “Sal”, fueron una contribución padre-hijo.
James Joyce escribió acerca de su propio libro, Ulysses, algo que bien se podría decir sobre las letras y música de Cerati: “He puesto tantos enigmas y acertijos que la novela mantendrá ocupados a los profesores durante siglos, discutiendo acerca de lo que quise decir. Esa es la única forma de asegurarse la inmortalidad”. Cerati no lo buscó, pero él se aseguró la inmortalidad con su magnifico trabajo. Quizá se fue antes de tiempo, pero el hombre, el mito y la leyenda dejó un legado impresionante. El respeto a su figura lo establecen como una de las mecas del rock argentino, latinoamericano y mundial que nunca olvidaremos.
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Fuente: Gibson
Aboitiz, Maitena. (2012) Cerati en primera persona. Ediciones B. Buenos Aires, Argentina
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