Crítica de cine: ‘Black Widow’ (2021), las fórmulas no siempre funcionan

Por Wladimyr Valdivia Westphal

Crítica de cine: ‘Black Widow’ (2021), las fórmulas no siempre funcionan

Autor: Carlos Montes

Por Wladimyr Valdivia Westphal.

Una idea forjada el 2004 tuvo que esperar, por diversas razones, más de dieciséis años para poder ver la luz. Con fecha de estreno retrasada tres veces a causa de la Pandemia, ‘Black Widow’ es la película Nº 24 del Universo Cinematográfico de Marvel y está basada en parte de la historia de la Viuda Negra, personaje creado en 1964 por Stan Lee, Don Rico y Don Heck. Hoy, tras un importante protagonismo en las más recientes producciones de Marvel, la espía rusa estrena película propia, con Scarlett Johansson a la cabeza.

La cinta nos sitúa luego de los hechos acontecidos en ‘Captain America: Civil War’ (2016), con la agente secreta Natasha Romanoff (Scarlett Johansson) escapando de la justicia, para luego llevarnos al pasado y presentarnos a la pequeña Natasha junto a su familia, su hermana Yelena y sus padres Alexei (David Harbour) y Melina (Rachel Weisz). En el presente, Natasha se reencuentra con su hermana (Florence Pugh) para hacerle frente a un líder ruso responsable de la captura y dominación de miles de mujeres, mientras descubre oscuros secretos de su disfuncional familia junto a Yelena.

Dirigida por la australiana Cate Shortland (‘Berlin Syndrome’), la película respeta fielmente la propuesta cinematográfica de las producciones de Marvel, construyéndola con la presencia de viejos y nuevos personajes, referencias a acontecimientos que solo los fanáticos de la franquicia podrán reconocer, una historia que combina acción, drama y efectos especiales de manera equilibrada, grandes dosis de humor negro y un trabajo técnico impecable que ofrece poderosas secuencias llenas de ritmo y tensión y un montaje sonoro de primer nivel.

Hasta acá, el éxito suena redondo y la satisfacción del espectador que espera la ratificación de una fórmula infalible es correspondida por una cinta que tiene claro su objetivo. Sin embargo, la película no es capaz de contar ni con la complejidad moral de ‘Captain America: Civil War’ (2016), ni con la alucinante aventura que fue ‘Black Panther’ (2018), ni con la potencia protagónica de ‘Doctor Strange’ (2016) ni con la épica de ‘The Avengers’ (2012). Y esto es en gran parte por un guión que adolece de una historia original que se rebele contra el formato, que aborde de una manera mucho más eficiente el concepto de venganza, que nos convenza con acierto de la peligrosidad del villano o del tortuoso pasado de nuestra protagonista, y que, definitivamente, sea capaz de cautivar y sorprender no solo con un giro de los acontecimientos, recurso que, en este caso, resulta predecible y hasta poco serio. Con ello, se escapó también la gran oportunidad de profundizar en el ala soviética, parte fundamental del Universo Marvel y desde la cual surgen una serie de hechos y personajes claves en la historia de la Viuda Negra. Solo por mencionar: la “Sala Roja”, instalación de gran relevancia en el argumento, no solo de esta cinta sino que de numerosas historietas, queda escuetamente revelada.

Por otro lado, la cinta no esconde su discurso feminista, convirtiendo a cada mujer que aparece en pantalla en líderes poderosas o víctimas del poder, y a cada hombre en una caricaturización del orgullo, la ambición y el desequilibrio; una grata frescura para una franquicia dominada por la presencia masculina. Esto no sería problema si, con esto, no se desaprovecharan personajes que podrían haber dado mucho juego dramático, como Alexei Shostakov/Red Guardian (David Harbour) o el propio villano Dreykov (Ray Winstone).

Mención aparte merece la presencia de Florence Pugh (‘Midsommar’) que interpreta a Yelena, hermanastra de Natasha, el personaje más carismático de la cinta que aporta frescura e irreverencia, y en donde la actriz es capaz de otorgarle dimensiones y un complejo perfil psicológico a una asesina atrapada entre la ignorancia de su pasado y las heridas de una vida que no pidió. Como contraparte, la presencia de Olga Kurylenko (‘Quantum of Solace’) resulta un desperdicio como pocas veces los haya dado el cine y que no merece.

Seguramente, si hace 10 años atrás hablábamos de una película sobre la Viuda Negra, esto no era lo que imaginábamos y habríamos esperado conocer mucho más detrás de la historia de Natasha Romanoff. Probablemente, Disney es el gran responsable de convertir a la franquicia en un recetario genérico de formas que no toma riesgos, pensando en ampliar aún más su público objetivo, sin embargo, su éxito de taquilla ha sido arrollador y sus niveles de acción han dejado satisfecho a la audiencia del entretenimiento. Y así funciona el cine de Marvel.


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