Por Wladimyr Valdivia Westphal.
Basada en los hechos del primer libro de la serie literaria ‘The Enola Holmes Mysteries’ de Nancy Springer, que relata la historia de la hermana menor de Sherlock Holmes y su camino para convertirse en detective, llega uno de los estrenos más refrescantes del semestre a cargo de Legendary Pictures y distribuido directamente a través de la plataforma Netflix.
Dirigida por el británico Harry Bradbeer, quien ha estado detrás de exitosas series de televisión como ‘Fleabag’ y ‘Killing Eve’, entre otras, y adaptada por Jack Thorne, la cinta presenta a Enola (Millie Bobby Brown), hermana adolescente de Sherlock Holmes (Henry Cavill), quien inicia la búsqueda de su madre desaparecida (Helena Bonham Carter), mientras sus hermanos la buscan a ella.
Desde el primer minuto, la película establece las reglas del juego: es la propia Enola que, rompiendo la cuarta pared, se comunica con nosotros para contarnos su historia, manteniendo esa dinámica a lo largo de toda la cinta. En clave de comedia de acción, similar a lo que muestra Guy Ritchie en su pequeña saga protagonizada por Robert Downey Jr., la película hace uso de diálogos rápidos, pequeños flashbacks que van revelando las pistas del crucigrama, trucos narrativos, un montaje frenético y personajes que se mueven entre el garbo británico y la comicidad fantástica.
En ese Londres de la era Victoriana de fines del siglo XIX, donde la sociedad era particularmente machista, Bradbeer es capaz de instalar la emancipación femenina como tema principal con acierto -aunque sin cruzar líneas frágiles- con la lucha de las sufragistas del Reino Unido y una protagonista empoderada e independiente como ejes de una historia que entretiene y además alecciona, a pesar de un exceso de frases clichés que siempre pueden ser más efectivas siendo reemplazadas por acciones.
El apartado técnico y su sentido estético son, sin duda, lo más sólido de la cinta, con una ambientación inmejorable, que recrea parajes naturales, suburbios, estaciones y ciudades con mucho acierto; un correcto acabado de vestuario y un trabajo de edición que se vuelve fundamental para conseguir darle ritmo a la narración. Lamentablemente, es la aventura la que extraña originalidad y más sorpresa, además de pequeños arcos que no se justifican o que no aportan absolutamente nada al hilo argumental de la cinta. Lo mismo sucede con la excesiva interacción entre la protagonista y el espectador, que a costa de la complicidad que se pretende conseguir, le resta credibilidad a los hechos y nos saca continuamente de la ficción del relato.
Mención aparte merece Millie Bobby Brown (‘Stranger Things’) que, pareciese ser, encontró su nicho en la actuación, con una interpretación que desborda carisma y expresividad, llena de frescura y vitalidad, capaz de cargar con todo el peso cómico y dramático de la cinta con aparente facilidad y ajustándose perfectamente al estilo narrativo que el director decidió darle a la película y su personaje, como heredera de ese razonamiento deductivo brillante y hasta sorprendiendo con un par de muy buenas escenas físicas y de combate.
‘Enola Holmes’ es una propuesta juvenil pensada para entretener sin requerirnos mucho esfuerzo, un deleite para fanáticos y fanáticas del género detectivesco que se incorpora con efectividad a un presente histórico marcado por las reivindicaciones de género, igualdad y roles en nuestra sociedad.